"Me cuesta tener la calma necesaria como para hacer un análisis objetivo", fueron las palabras con las que Óscar Washington Tabárez abrió la conferencia de prensa que, seguramente, haya sido la más feliz de su carrera.
El maestro no dudó en asumir que el equipo no mostró un buen juego, pero aclaró que lo importante es haber conseguido el objetivo y agregó que se tuvo la fortuna necesaria en ese tipo de instancia.
"Como decimos los uruguayos, `pusimos lo que hay que poner` y eso me tiene que tener satisfecho. A todos nos gusta el buen fútbol, pero se dio así y hacía mucho que estas cosas no nos sucedían", sentenció Tabárez, quien agregó que tanto el cuerpo técnico como el plantel de jugadores le da a la clasificación "el justo significado" que tiene.
"Los que creen en el destino o en las cosas predeterminadas pueden explicar lo que sucedió. Yo no creo en esas cosas. Fue un partido duro, porque no jugamos bien, hubo situaciones dificilísimas porque caímos en desventaja con un gol en contra sobre el final de la primera parte y luego ese penal", señaló.
Al ser consultado sobre la decisión, ya clásica, de Sebastián Abreu de picar la pelota en el quinto penal destacó que no lo considera una locura, sino que, por el contrario, está convencido que es "clase, categoría. Quienes lo critican no se animan a nada, ¿por qué no se puede tirar así si es gol igual? Si los errara, todos los técnicos que lo critican tendrían razón, pero no es así", puntualizó.
Que el plantel está unido como hacía décadas no pasaba, no hay ningún tipo de dudas: "El grupo está cohesionado. La mayoría tiene una historia de cuatro años de trabajo juntos y eso es un factor muy importante", dijo asumiendo que quizás "falte un poco de experiencia para disputar ese tipo de torneos porque hay muchos jóvenes". Empero, recordó que la selección de Uruguay está invicta, y ello tiene un valor muy alto.
Tras festejar en el vestuario y tomar conciencia de lo que se consiguió, el equipo descansará y teñirá sus pensamientos de naranja. Holanda es el próximo objetivo.
"Hay que ser ecuánime a la hora de analizar las cosas, no me estoy golpeando el pecho, la gran expectativa que tengo se basa en como son los muchachos en lo personal y profesional. Dejan todo en la cancha, no es la primera vez que se levantan de situaciones difíciles", dijo con contundencia.
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