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martes, 27 de julio de 2010

Bonos de EEUU caen a mínimo histórico, mientras sube nota de deuda uruguaya

En efecto, de diversa índole son los indicios que surgen en el actual escenario, que sugieren la emergencia de una nueva configuración del orden económico global.

Estos indicios se manifiestan tanto en los datos como en el valor y calificación de los papeles que emiten los distintos Estados. En los datos, de manera harto evidente en el desempeño y la solvencia que ha venido demostrando una porción relevante de las economías periféricas del orbe. Desde el estallido de la crisis, formalmente datada en setiembre de 2008, la economías centrales, la de Estados Unidos y las europeas, siguen atravesando por un torbellino de inestabilidades que al menos viene retardando preocupantemente su recuperación y su reingreso a la senda del franco crecimiento. Al mismo tiempo, las economías ahora llamadas emergentes, no sólo sortearon la tempestad con inesperada solvencia, sino que muestran tasa de crecimiento envidiable.

Señales en papel

Pero incluso comienzan a aparecer otros indicios más sutiles y borrosos. Como el conocido en la víspera y que señala que los bonos de la deuda pública estadounidense ven caer sus rendimientos a niveles históricamente bajos.

En efecto el rendimiento de los bonos a dos años cayeron a un 0,55% la semana pasada, y a 10 años se ubicó en 2,99%. Esto supone que la rentabilidad de los títulos a dos años ha bajado en 62 puntos básicos y la de los bonos a 10 años, en 114 puntos básicos desde abril.

Prácticamente los mismos niveles que ostentaba a principios del año pasado, cuando los efectos de la crisis aún eran omnipresentes.

Señal de desconfianza

Esta persistente caída en la rentabilidad de los papeles estadounidenses deriva de una creciente demanda por los mismos, o mas específicamente de una corrida de los inversores hacia la ­ aun hoy posición mas segura que existe ­ la compra de deuda pública de EEUU. Los datos sobre la evolución de la economía estadounidense y el fantasma de un escenario estanflacionario, (estancamiento con deflación) alimentan la búsqueda de seguridad frente a la rentabilidad.

Papeles charrúas

Mientras tanto, por estas latitudes la calificadora Moody´s anunció a mediados del mes corriente que analiza revisar al alza la nota de la deuda pública uruguaya. Esta medida la fundamenta en la fortaleza de nuestra economía para capear la crisis global, en la mejora en el perfil de nuestra deuda, así como en las tranquilizadoras señales de continuidad de la política económica por parte del gobierno y por último en la menor vulnerabilidad de la economía uruguaya frente a eventuales choques provenientes de la región.

El informe de la Moody´s señala también que las proyecciones recientes contemplan un desempeño económico por arriba del esperado en el corto plazo y que la evolución de las cuentas fiscales en Uruguay ha apoyado una tendencia hacia la baja en los indicadores de deuda gubernamental.

Añade que se divisan señales de que la nueva administración busca mantener déficits fiscales moderados. Y las cuentas gubernamentales continúan registrando ingresos que exceden las proyecciones originales dada una recuperación económica que ha superado estimaciones elaboradas a principios del año, explicita el informe.

La última suba

La última acción de calificación respecto del gobierno de Uruguay fue implementada el 12 de enero de 2009, cuando Moody's elevó la calificación soberana a Ba3 de B1 con una perspectiva estable.

Aún faltan tres

La calificación de nuestra deuda aún se ubica todavía tres notas por debajo del grado inversor.

Esto a pesar de que el Riesgo País se encuentra alrededor de los 195 puntos, similar a otras economías que ya ostentan el famoso grado de inversión.

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