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viernes, 18 de junio de 2010

RÍO URUGUAY Mujica incluye a Brasil en el monitoreo

Mujica afilando los dientes con una fainá

Oficializada la decisión de los piqueteros de Gualeguaychú de levantar el bloqueo al puente San Martín mañana sábado, los presidentes Cristina Fernández y José Mujica hablarán hoy sobre cómo continuar las negociaciones para el monitoreo del río.

Mujica dijo ayer a El País que llamará hoy viernes a la presidenta argentina, y adelantó que el gobierno de Brasil también participará del monitoreo del río Uruguay. Según Mujica, la empresa finlandesa UPM es "conteste" a las inspecciones en su planta de Fray Bentos.

En la noche del miércoles 16, en una caótica sesión, la Asamblea de Gualeguaychú decidió por 402 votos contra 315 levantar el piquete de la ruta 136 que comunica al puente San Martín que mantienen desde noviembre de 2006 en protesta por la instalación de UPM (ex Botnia) en Fray Bentos.

Este bloqueo estaba impidiendo un acuerdo entre Argentina y Uruguay para el monitoreo conjunto del río, tal como lo recomendó la Corte Internacional de Justicia de La Haya en su fallo del 20 de abril.

Ayer, sobre la hora 18 y tras un retrasado almuerzo en el bar Facal en 18 de Julio y Yi, el presidente Mujica dijo a El País que el monitoreo abarcará todo el cause del río Uruguay y ambas márgenes. Según Mujica, no se pedirá el cierre de industrias que contaminen, pero sí se informará a fin de que la opinión pública presione en pos de una solución.

"Si nos encontramos supongamos en Concordia con una industria que está contaminando, no vamos a pedir que la cierren. Hay que controlar e ir mejorando, y vamos a establecer políticas-verdad", dijo Mujica.

"Si tenemos joda acá y joda allá, no vamos a cerrar una fuente, pero sabemos que eso lo tenemos que arreglar. Si le informamos a la gente lo que pasa, es la opinión pública la que presionará para que se arregle", agregó.

El acuerdo por el monitoreo se hará a través de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), y los técnicos de este organismo binacional tendrán a su cargo los controles, explicó Mujica. "Hay que hacer funcionar lo que existe", agregó Mujica, en referencia a que no se deben crear nuevas instituciones para el control del río.

En cuanto a Brasil, Mujica dijo que en "términos generales" el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva está de acuerdo en participar del monitoreo, "porque entiende que tiene responsabilidad en el río Uruguay", que nace precisamente en territorio brasileño.

El presidente expresó que "a la larga puede haber técnicos regionales cruzados" en el monitoreo del río. Actualmente las muestras de las aguas del río saca Uruguay en las proximidades de la planta de UPM son analizadas por un laboratorio en Canadá "para tener más seguridad", explicó Mujica.

El embajador en Buenos Aires, Guillermo Pomi -quien participó de las negociaciones con Argentina y Brasil-, hizo hincapié que el río Uruguay "es un recurso compartido" por los tres países y que su protección "es lo que a Uruguay más le importa". Como prueba de ello mencionó que la planta de UPM "es de primer nivel mundial, la más sustentable ecológicamente en el sector (de la celulosa) y Uruguay ha tenido mucha precaución al respecto"

Pomi agregó que si se pretende enriquecer el tratado del Río Uruguay y la CARU "debemos estar todos los involucrados". Además, agregó que la aceptación por parte de Brasil de la propuesta de Mujica para que se involucre en el monitoreo, "es una señal del futuro muy importante, cuando el tema ecológico tiene la relevancia actual".

Mujica, en tanto, dijo que en Uruguay "no tiene nada que ocultar" y que la empresa "está conteste" en aceptar el monitoreo en su planta.

"También vamos a pedir la contrapartida en todo lo que se haga. Tenemos que lograr el mismo estatus para acá y para allá, y hacerlo en las dos márgenes, todo lo mejor posible", concluyó.

La embajada de Brasil en Uruguay prefirió no emitir comentarios. Desde UPM tampoco se hicieron declaraciones. Fuentes de la empresa confirmaron a El País que hubo contactos entre autoridades de gobierno y de UPM, pero que todavía no cuenta con detalles del plan de monitoreo.

optimismo. Por su parte, el gobierno argentino confía en que el levantamiento del corte será clave para acordar los criterios del monitoreo conjunto, al que se comprometieron los presidentes en la reunión de Anchorena del 2 de junio.

Fuentes de la Casa Rosada dijeron a El País que la postura argentina no se apartará de lo establecido en la Declaración Conjunta de Anchorena. Esto es llevar adelante, a través de la CARU, un plan de vigilancia para la planta de UPM y un plan de control y prevención de la contaminación del río Uruguay en el tramo compartido.

"Sería una solución equilibrada, un punto para cada lado: Argentina podría vigilar la planta de UPM y Uruguay podría pedir la vigilancia en áreas de la margen argentina del río", dijo a El País una fuente del gobierno de Cristina Fernández.

Para el gobierno argentino, el control en el interior de la planta es una obligación derivada del fallo de La Haya. Y creen que una de las llaves para instrumentar ese control pasa por el restablecimiento de la relación de confianza entre los gobiernos de ambos países desde la asunción de Mujica.

De hecho, una de las alternativas que manejan es que no ingresen técnicos argentinos a tomar muestras a la planta, sino que lo hagan técnicos uruguayos y la lleven a la CARU para su análisis conjunto.

"Hay una enorme disposición del gobierno y, en particular, de la presidenta Cristina Fernández para hacer las cosas de tal manera que no resulten complejas ni difíciles de aplicar para la contraparte uruguaya", dijeron.



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