.

.

viernes, 18 de junio de 2010

Con empate ante México, Uruguay ganará la serie

El dicho popular advierte: "Las apariencias engañan".

Si se le hace caso, es una forma de estar en guardia, que nada ni nadie nos agarre desprevenidos, mal parados.

Tomado así, sin profundizar demasiado, ese llamado de atención podría caber para la situación de Uruguay en el Mundial tras su contundente victoria frente a Sudáfrica.

Es decir, no hay que perder de vista el nivel que mostró el rival, aunque ya en ese aspecto hay que hacer una precisión importante: las tremendas limitaciones, sobre todo en el orden ofensivo, que expuso el local, pudieron haberse puesto al desnudo en partes iguales por las propias carencias de carácter técnico que tuvieron los futbolistas sudafricanos como por el control y la superioridad que supo establecer el equipo dirigido por el maestro Tabárez. Además, está bien que Parreira se cuidó de hacer una preparación ante "sparrings" de poca exigencia, para que antes de llegar el Mundial nadie le incautara el "bagayo", con lo cual se aseguró la vuelta a casa en Rio con una buena cantidad de plata que, tal vez no hubiera cobrado si no hubiese llegado a esta instancia. Pero lo cierto es que, por más débil e ingenuo que sea, ninguno de los equipos que enfrentó antes a Sudáfrica le metió tres goles y lo sometió como hizo Uruguay.

Además, si desde el 4 de diciembre de 2009 se sostuvo que el "A" era uno de los grupos más parejos, no se puede ahora, de golpe, borrar con el codo lo que se escribió con la mano. En otras palabras, si la llave "cerrada" se abrió, al punto que a Uruguay le basta un empate para clasificarse, es por mérito directo de los celestes que, con el 3-0, fueron los que hicieron saltar el candado.

Por otra parte, si uno eleva la vista y lleva la mirada más allá del grupo "A" ve, por ejemplo, que Suiza le ganó a España, que es considerado uno de los candidatos; y Suiza fue un rival al que este Uruguay le ganó, también en forma concluyente y de visitante, cerca de fines del año pasado.

Asimismo, al fin y al cabo, los celestes ganaron sus últimos partidos por 3-1, 4-1 y 3-0; quiere decir, entonces, que algo hay. Porque, además, está aquello que también se dice siempre, que a veces no importa el hecho, sino las formas; y, como decía ayer un dirigente experiente como Fernando Sobral, "no es común ganar por tres goles en los equipos uruguayos". Ante cualquier adversario y en cualquier circunstancia.

Por todo esto, pues, no parece ser éste uno de esos casos donde quepa la advertencia de que "las apariencias engañan". Aunque, por aquello de que hay que estar siempre en guardia, no está de más tener en cuenta el dicho de un reconocidísimo periodista argentino especializado en boxeo, como Julio Ernesto Vila, para analizar los récords de los pugilistas: "No me vengas con cuántas peleas tenés ganadas, decíme a quién le ganaste".

Además, es como contestó Luis Cubilla al día siguiente que Paraguay debutó en la Copa América que organizó en 1999, goleó 4-0 a Japón y los periodistas paraguayos le apuntaron que no le habían ganado a nadie: "Pero…¡dejame! En el fútbol de hoy se sufre tanto que, un día que ganás y goleás, disfrutalo. Mañana, se verá; pero hoy, ¡disfrutálo, hermano!".

No hay comentarios: