Ingresan cientos de funcionarios por la ventana en Artigas antes que asuma el Frente

La política llevada adelante por la Intendencia de Artigas, con la contratación de personal indiscriminada que compromete en el mediano plazo, el manejo de las finanzas municipales e incluso el peligro de poner en riesgo el pago de sueldos, es considerada como una actitud de deslealtad institucional del gobierno herrerista que se está yendo hacia el entrante gobierno frenteamplista. Si bien se aguardan algunos números solicitados para confirmar las preocupaciones sostenidas en base a datos de la realidad, es creciente el malestar. Mientras el gobierno nacional ha generado una apertura hacia la oposición, llegando a darle participación en organismos de gobierno, no es posible que se aplique una política irresponsable, se amplíe la misma y quedemos quietos, comentó a LA REPUBLICA un importante dirigente frenteamplista.

El malestar es tan creciente que hay quienes sostienen que se debería hacer notar el hecho al Poder Ejecutivo para que advierta al Partido Nacional que este tipo de actitudes comprometen las negociaciones que se vienen llevando adelante. Hay quienes sostienen que habría que vetar el nombre del ex intendente Julio Silveira, si se plantea para ocupar un cargo de gobierno, ya que si bien no está ocupando la Intendencia ha sido el responsable principal de esta política y el actual intendente trabaja en total sintonía con el mismo, al punto que la secretaria general de la IMA y el secretario particular del mismo son familiares directos del ex jefe comunal.

Denuncia frustrada

Otro anécdota de las recientes elecciones municipales ocurrió con la lista de Compromiso Frenteamplista, identificada con el número 711. Esta lista tuvo una votación histórica en todo el departamento y se posicionó como la segunda más votada, bastante cerca de la 609 del MPP. Pero el día de la elección alguien avisó a su principal dirigente, Lidio Paniagua, que le estaban "robando listas" en uno de los cuartos secretos. Inmediatamente se trasladó al

lugar pero el delegado frenteamplista lo tranquilizó con una agradable noticia: "No te están robando listas, te están votando", le explicaron. A juzgar por el resultado, el delegado circuital tenía razón.