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domingo, 30 de mayo de 2010

Fracasa el sistema de BP para frenar la fuga de petróleo con lodo

'Top kill': el día del veredicto... La película de suspense que arrancó en las aguas del Golfo de México el jueves pasado concluyó finalmente este sábado cuando BP anunció, un día antes de lo previsto, el fracaso de la inyección de 25.000 kilos de barro para intentar taponar la fuga de petróleo.

"No hemos podido detener el flujo" de petróleo que mana del pozo a 1.500 metros de profundidad, declaró el director de operaciones de BP, Doug Suttles, en una rueda de prensa. "Hemos tomado la decisión de pasar a la siguiente opción".

Suttles indicó que la decisión de pasar al nuevo método, cubrir el pozo con una cúpula, se ha adoptado tras consultas con las autoridades federales.

Esa opción consiste en serrar la tubería rota con robots submarinos y cubrir los restos con una cúpula, una solución similar a la que ya se intentó hace unos días sin éxito. Esta operación podría tardar cuatro días en completarse, indicó el alto ejecutivo.

Paralelamente al anuncio, se informó de que el Gobierno interpondrá una demanda penal contra BP por negligencia.
Pesimismo antes del veredicto

Un pesimismo cada vez mayor se había instalado este mismo sábado en la sede norteaemericana de BP en Houston.

Un técnico que participa en la operación reveló al 'New York Times' que los tres intentos sucesivos de taponar la fuga (inyectando incluso materiales de desecho, bolas golf y restos de neumáticos) no habían logrado su objetivo.

"Es como un pulso entre dos fuerzas iguales, el barro y el petróleo", declaró el jefe de Operaciones de BP, Douglas Suttles, en el último 'parte de guerra', horas antes del anuncio del fracaso de la operación.

Suttles informó que los "parones" no se debieron a contratiempos inesperados sino a la propia táctica de la operación, para dar tiempo a que el barro se asiente y se forme el tapón.

Para ir abonando el terreno, el propio Suttles aseguró que la compañía estaba trabajando ya en soluciones alternativas como una nueva y más pequeña campana de contención, o el emplazamiento a 1.500 metros de profundidad de una segundo cierre de emergencia sobre el mecanismo que falló el día del accidente.

El presidente Obama, por si acaso, ya desplazó a Houston al secretario de Energía y Premio Nobel Steven Chu para poner en marcha un posible "plan de contigencia".

Sin esperar siquiera al domingo, el presidente del distrito de Plaquemines Billy Nungesser movilizó por cuenta propia a las brigadas de pescadores para limpiar las marismas del Misisipí, sin esperar las órdenes de turno de BP.

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