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lunes, 29 de marzo de 2010

Comunidad charrúa protesta porque no anotaron a un bebé con el nombre Itanú

La Comunidad Charrúa Basquadé Inchalá denunció lo que consideró un abuso de parte de una funcionaria del Registro Civil que se negó a anotar a un bebé recién nacido con el nombre de Itanú ("Latido de piedra").

"No podemos permitir que nos sigan avasallando el derecho a tener nuestra propia identidad", expresó esta comunidad de descendientes charrúas, exponiendo el caso ocurrido el 15 de marzo, cuando los padres de un bebé recién nacido en el Hospital Pereira Rossell intentaron inscribirlo con el nombre de Itanú.

"En el Uruguay en que vivimos actualmente, late la discriminación y la xenofobia", expresa la comunidad en un comunicado. "Olvidamos que el mismo Estado uruguayo comete el primer acto de terrorismo (...), comete genocidio para con el pueblo charrúa, comete etnocidio, lingüicidio y culturicidio. Desde acá vienen nuestros primeros desaparecidos, sólo que nos olvidamos de reclamar por ellos: familias truncadas de raíz, madres separadas de sus niños y niñas", establecen en un comunicado.

"Los uruguayos preferimos olvidar y mientras tanto los responsables continúan impartiendo sus lecciones xenofóbicas, racistas y fascistas. El Estado uruguayo no reconoce sus crímenes y mientras esto suceda no va a existir estado de derecho para los originarios y descendientes de la Nación Charrúa", añaden.

Destrato y humillación

"Gran felicidad nos invade como familia por el nacimiento de 'Latido de piedra', nuestro hermoso Itanú. (...) Para los pueblos originarios, para nosotros como charrúas la piedra tiene vida, la piedra guarda la memoria de los pueblos (...). Así es la naturaleza de nuestro niño", señala la comunidad en un comunicado, a la vez que considera que Itanú es "memoria de resistencias continuas de nuestros pueblos, tanto tiempo violentados por una lógica occidental que hoy en día continúa sin respetar culturas".

La familia de Itanú dijo sentirse invadida por una "gran impotencia" al inscribir al pequeño en el Registro Civil de Montevideo el 15 de marzo. "Resulta que esta vez han inscripto a nuestro niño con su nombre, luego de una violenta discusión con la oficial Silvana Duarte, Oficina 4 del Registro Civil de la Ciudad Vieja, y lo peor de todo es que la inscripción se ha hecho bajo amenaza de que le van a realizar una observación cuando sea examinada nuevamente su partida de nacimiento", relatan.

Consideran el hecho una "violación de derechos humanos, específicamente de violación al derecho a la identidad".

En suspenso

Mónica Michelena, integrante de la Comunidad Basquadé Inchalá, comentó a LA REPUBLICA que el caso de Itanú todavía está en suspenso, a la espera de lo que resuelva la Justicia sobre si acepta o no ese nombre como válido.

­¿Este es un caso aislado?

­Estos casos se repiten, dependen del funcionario de turno que te toque. Itanú fue anotado con observaciones, porque los funcionarios del Registro aducen que estos nombres no determinan el sexo. En general no saben nada de la lengua indígena, ni de la cultura indígena. Yo he recibido denuncia de casos que muchas veces se han llevado a juicio. Algunas madres no han podido poner el nombre indígena que deseaban a sus hijos, y tienen que agregarle otro que defina el sexo. Nosotros creemos que es un acto de discriminación, porque sabemos que hay nombres extranjeros, de otras culturas, con los que no hay inconvenientes sin saber su significado o la definición de sexo. Por ejemplo, el nombre Andrea es masculino, y acá lo anotan como femenino. No hay un criterio para que el funcionario expida. Es una falta del derecho a practicar nuestra propia identidad como indígenas de hoy día, tal como nos reconocemos.

­En el caso de Itanú los padres pudieron inscribirlo provisoriamente. Está sujeto a una resolución judicial.

­Exacto. Lo inscribieron con observaciones y el juez tiene un mes para expedirse. Si no se acepta, hay que agregarle un segundo nombre, como ocurrió con los dos hijos mayores de Evenly Baldasari, para que los aceptaran en el Registro Civil.

­¿Ustedes recurrirán a Presidencia de la República para que investigue estos casos e intervenga en estas situaciones?

­Estamos presentando una denuncia a la Comisión de Discriminación, Racismo y Xenofobia que depende de la Presidencia de la República y del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Estamos queriendo también tener contactos con Derechos Humanos del MEC y del Parlamento para abrir el debate. Si Uruguay no acepta estos nombres está muy atrasado frente a América. Todos los pueblos indígenas tienen derecho expresar y a practicar su propia cultura.

­Si no el nombre del ex presidente tendría que cambiarse.

­Tabaré es un nombre que está institucionalizado a partir de Juan Zorrilla de San Martín. Hay nombres que están como aceptados: Yamandú, Tabaré, Abayubá; pero hay otros nombres guaraníes, chanaes y charrúas que no.

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