Juan Henríquez Zapata, de 64 años y párroco en la ciudad de Limache, a unos 100 kilómetros al noroeste de Santiago, habría pagado 25.000 pesos chilenos, 48 dólares estadounidenses, para poder realizarles sexo oral a dos menores de 14 años. Los hechos ocurrieron en el domicilio del sacerdote.
La madre de una de las víctimas, que en un principio había respaldado las acusaciones de su hijo, ha cambiado su versión y asegura que el sacerdote no es responsable de las imputaciones y que los chicos se enfadaron con él porque "no les pagaba mucho" por trabajos que realizaban para el eclesiástico. Informa el diario El Mercurio.
Durante la audiencia, el sacerdote se retractó de su confesión de los hechos, asegurando que reconoció la autoría debido a las presiones externas recibidas y se declaró inocente de los delitos que se le imputan. El religioso no puede salir de Chile y debe firmar mensualmente durante el próximo medio año, plazo para la investigación judicial. No podrá acercarse a las víctimas durante ese periodo de tiempo.
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