En Barcelona y Tarragona, por ejemplo, lo harán incluso con más infraestructura que el año pasado. Los Reyes recorrerán las calles de la capital catalana flanqueados por seis nuevas carrozas y una treintena de triciclos-buzón para que los más rezagados entreguen a tiempo sus peticiones a Melchor, Gaspar y Baltasar. Los carruajes del séquito, entre los que habrá un nuevo tren lleno de carbón y las fábricas de juguetes de Sus Majestades, dibujarán 840 metros de escenarios en los que bailarán cerca de 300 alumnos de escuelas de danza de la ciudad. Cada rey, además, tendrá una comparsa y una coreografía propia que evocará sus distintas regiones de origen. Como ya es habitual, los reyes llegarán a la ciudad por mar y desembarcarán sobre las 16.30 en el Moll de la Fusta. Allí, el alcalde, Jordi Hereu, les hará entrega de la llave que abre las puertas de todas las casas de Barcelona.
Los 286 profesionales que copan las 14 carrozas convocan cada año a cerca de 5.000 personas. El desfile empezará a las 18.30 horas en la avenida del Marqués de l'Argentera y llegará hasta la Font Màgica de Montjuïc. Tres horas y cinco kilómetros de recorrido en el que se lanzarán 15 toneladas de caramelos, algunos de ellos, por primera vez, serán aptos para celiacos. En todas las comparsas de la comitiva, distribuidas como el año pasado en plataformas de dos niveles para que los más alejados no se pierdan ni un segundo de espectáculo, habrá pajes que recogerán los chupetes de los niños demasiado mayores. El Ayuntamiento ha invertido en la cabalgata 650.000 euros, 150.000 más que el año pasado.
Tarragona también ha tirado la casa por la ventana. Su cabalgata celebra los 100 años de tradición en la ciudad con el estreno de nuevas plataformas y una tonelada extra de caramelos: se repartirán hasta 8.000 kilos de dulces aptos para celiacos. Sus Majestades llegarán por vía marítima y serán escoltados con todas las galas. La Guardia Urbana a caballo, la motorizada y el escuadrón de jinetes romanos acompañarán la cabalgata en un recorrido que empezará a las 19.00 horas y terminará pasadas las 20.30. Una fiesta compuesta por más de 300 figurantes, 15 carrozas y una treintena de vehículos que recogerán cartas entre los 50.000 asistentes que se espera salgan a recibir la visita real.
El recorrido será el mismo de los últimos años, no como en Girona, por donde la comitiva real formada por 500 personas no pasará, como hasta ahora, por la calle de la Rutlla. Aunque las carrozas caben, prefieren evitar problemas y desfilar por la calle del Migdia. Sus majestades pasearán por el centro de la ciudad durante dos horas, de las seis de la tarde a las ocho. Primero a pie, cruzando el río Onyar por el puente de Alférez Huarte, y luego en carroza, hasta el consistorio. Antes, en el Campamento Real, a las afueras de la ciudad, en los Jardins Fora Muralla, las familias que lo deseen podrán tomar un chocolate caliente, escuchar canciones, ver a los malabaristas e incluso asistir a dos precabalgatas que empezarán a las cuatro menos cuarto de la tarde.
En Lleida, los Reyes Magos llegarán con la locomotora de vapor La Garrafeta, propiedad de la Asociación para la Reconstrucción de Material Ferroviario. Tras bajar del tren se trasladarán hasta la plaza de Ramon Berenguer IV, desde donde partirá la comitiva formada por 12 carrozas, 12 compañías de teatro y 11 bandas de música. La cabalgata real, que este año cambiará parte de su itinerario habitual para agilizar el recorrido y hacer más cómoda la espera al público, terminará en el Arco del Puente alrededor de las 19.30. Aquí Sus Majestades bajarán de las carrozas y se dirigirán a pie hasta la plaza de Sant Joan, donde recibirán personalmente las cartas de los niños. La comitiva repartirá cuatro toneladas de caramelos.
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