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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Astori dijo que un TLC con EEUU está descartado

Astori habló ayer ante los integrantes de la Cámara Uruguayo-Británica fundamentando el concepto de regionalismo abierto, que "es la política que defiende Uruguay porque conjuga la pertenencia a una región y su apuesta al desarrollo de la misma con una liberalización del comercio que le permita competir en el mundo y mejorar las condiciones de acceso de su producción a los mercados mundiales".

En su alocución, Astori defendió no sólo la pertenencia de Uruguay al bloque, sino su compromiso para ayudar a sacarlo adelante, pero también realizó un diagnóstico crudo, desnudando las carencias del bloque, donde no quedaron bien parados los países grandes (en ningún momento los nombró). Abogó por una rápida definición del acuerdo comercial con la Unión Europea, al que consideró fundamental, y advirtió que la industria nacional ha podido desarrollarse y crecer porque se mantiene hasta 2016 el régimen de Admisión Temporaria, que es lo que le permite al país mantener una producción competitiva.

Definió el regionalismo abierto citando a la Cepal: es la conjunción de la discriminación positiva de un proyecto de integración regional realizado en simultánea con una política de liberalización del comercio e inversiones orientados a acuerdos con algún bloque especial o con algunos países.

Puntualizó que la liberalización progresiva más allá del bloque implica mejorar permanentemente la competitividad, en particular para los integrantes más pequeños, como Uruguay.

Para lograr que funcione el regionalismo sostuvo que habrá que eliminar barreras internas, definir niveles de protección moderados respecto a productos del resto del mundo, acordar acuerdos preferenciales con otros países del mundo y bloques comerciales así como una coordinación macroecónomica e integración productiva, es decir, cadenas productivas localizadas en cada uno de los países del bloque; cooperación científica, tecnológica y cultural, proyectos comunes de infraestructura, cooperación aduanera, acuerdos en defensa de los derechos humanos y promoción de la valorización social y su respaldo político. Agregó: "Mujica siempre dice que al Mercosur le falta apoyo, calor popular".

INTELIGENCIA COMPRADORA

Astori sostuvo que Uruguay, como país comprador de insumos y de bienes de capital, tiene necesariamente que ser inteligente a la hora de las compras como forma de asegurar su competitividad ya que las exportaciones fuera del bloque son fundamentalmente productos de la cadena agroalimentaria, con poco valor agregado.

Por otro lado, los productos que se venden en la región son fundamentalmente industriales: derivados del plástico, caucho, químicos e industria del transporte, pero advirtió que gran parte del valor agregado que tienen estos productos proviene del exterior ya que en su mayoría son productos que llegan a Uruguay en régimen de Admisión Temporaria.

En otras áreas destacó el fuerte empuje del turismo, los servicios logísticos y las tecnologías de la información así como los servicios financieros. Sostuvo que "van ganando importancia, sobre todo los servicios logísticos para la región, y nos hemos ido convirtiendo en un gran centro de distribución y servicios. Esto es en lo que el país ha crecido más, inclusive más que el Mercosur ya que aprovechamos nuestros acuerdos con México, Chile, OMC, Estados Unidos y el propio Mercosur".

LOS PROBLEMAS

Partiendo del presupuesto de que Uruguay "quiere más y sobre todo mejor Mercosur", Astori realizó un crudo análisis de la situación actual ya que existen "obstáculos grandes para la circulación de bienes y servicios, problemas arancelarios y no arancelarios y sobre todo las asimetrías de estructura y las políticas". Señaló que las inversiones se desvían a los países grandes porque pueden realizar mejores acuerdos con los inversores, precisando que este tipo de realidades es lo que se define como asimetrías políticas, "que son las que hacen la diferencia".

También se refirió a la necesidad de que el funcionamiento interno supere las trabas del propio bloque y agregó que "un proyecto de integración no puede sustentarse en mantener permanentemente la existencia de regímenes especiales de funcionamiento". Europa es un ejemplo de facilidades para los países más pequeños; los grandes supieron y quisieron ayudarlos. Por otra parte señaló que "no existen avances grandes en los últimos años salvo el Focem, en el cual los dos países más grandes aportan importantes sumas para ayudar a los más débiles; "creo que esto es la única excepción", concluyó.

Este mal funcionamiento del Mercosur no le llevó a distanciarse del bloque. Ratificó una y otra vez que debemos continuar pero advirtió que no será fácil revertir la situación. "No parece razonable que en el corto tiempo se solucionen las asimetrías, la coordinación productiva, los acuerdos macroeconómicos". Por esta razón "se hace necesario permitir flexibilidad, que los más chicos puedan avanzar en acuerdos fuera del Mercosur (pero autorizados)". Por otra parte, la flexibilización incluye a los más grandes; se les debe extender los plazos acordados para que puedan instrumentar políticas que fortalezcan la integración, reduzcan asimetrías, generen mayor riqueza.

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