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jueves, 10 de septiembre de 2009

La próxima final de los celestes será en la altura de Quito.


La celeste tuvo que luchar muchísimo ayer para superar a un equipo cafetero que se plantó en el Centenario dispuesto a amargarle la noche con lo que mejor sabe, ese toqueteo de mitad de cancha que por momentos desespera a los rivales y en otros resulta intrascendente. Uruguay comenzó el partido con una zona defensiva que otorgó franquicias de todo tipo, sin pararse bien y dejando huecos muy importantes, propiciando que cada ataque de los colombianos dejara abierta la posibilidad de que terminara en la red.
Muy mal Valdez, Cáceres flojo y los laterales muy nerviosos, tensos y dejando campo libre para que los colombianos tomaran distancia.
Ya de pique, Moreno tuvo el gol pero no definió bien y se fue la chance cafetera. Pocos minutos más tarde otra jugada de ataque cafetero desbalanceó el fondo charrúa y el gol estuvo cerca. En las tribunas corrió un murmullo y las tribunas se silenciaron por algunos segundos. Sin embargo Uruguay comenzó a pelear el balón. Cada jugada en la que participaba el Ruso Pérez iba con todo y la tribuna respaldaba esa entrega. Forlán comenzó a moverse algunos metros por detrás de Suárez y Cavani y pudo meter algún pase medido.
Todo eso antes de los 7`, cuando "el Ruso" pelea un balón, gana la posesión del mismo, entrega para "Cebolla" Rodríguez y éste alarga para la entrada de Suárez por izquierda, para que el salteño le diera como venia colocando el balón lejos del alcance del portero Julio. Un golazo que ponía a resguardo cualquier sorpresa le sacaba revoluciones a la visita y le daba tranquilidad a Uruguay.
Pero la celeste siguió trabajando el partido, por más que la visita tuvo el balón, tomó la iniciativa y comenzó a hacer rodar la pelota de un lado a otro. En la media hora un patadón de Valdez lo manda a las duchas directamente y deja a Uruguay con 10. Tabárez manda a Scotti a la cancha y excluye a Cavan del campo, propiciando que Colombia comience un asedio importante sobre el arco de Castillo. Armero, Gutiérrez y Viáfara prueban desde afuera pero el tanteador sería inamovible. Para el complemento se empareja porque Gutiérrez le pega otro patadón a Cáceres y el paraguayo lo expulsa, emparejando el partido en cantidad de jugadores.
En este segundo tiempo Uruguay ya no es dominado como en la ultima parte del primer tiempo, sale a buscar el partido, a tratar de liquidarlo. Forlán probó de afuera y estuvo cerca, el "Cebolla" alargó a Suárez y éste no pudo liquidar.
Después un tiro libre de Forlán que se va cerca del palo, jugadas que mostraban a un Uruguay querendón aunque sin muchas ideas. Pero a los 65 sucede lo imprevisto, lo peor del partido: Colombia llega al empate. Un centro desde la derecha va a las manos de Castillo pero el colombiano Jackson Martínez, el mismo que ajusticiara a Peñarol en aquella Prelibertadores con Independiente Medellín, lo hace en el Centenario ganándole a las manos del arquero.
Fue un baldazo de agua fría pero Uruguay no cejaba en su esfuerzo de lograr la victoria, lo único que le permitía seguir soñando con Sudáfrica. Al arribar al último cuarto de hora la situación se tornó caótica, porque Colombia dominaba, tocaba el balón, se sentía cómodo y jugaba con el reloj de aliado. Hasta que viene esa jugada de "Palito" Pereira por izquierda, ganando en el pique y mandando un centro perfecto para que Scotti metiera el coco y pusiera a dormir el balón en las piolas cafeteras. Un golazo que sintió Colombia, que comenzó a desmoronarse como un castillo de naipes y a falta de 3 para el tiempo reglamentario, Forlán, más inteligente que todos, fue a buscar un balón perdido al área colombiana, ganó y metió atrás para que Eguren sacara el derechazo mortal, sellando el difícil encuentro.
Uruguay ganó y está en carrera. Todavía sigue pensando en Sudáfrica, aunque para ello aún tenga dos escollos tremendos por delante como Ecuador y Argentina. Por las dudas no larga la calculadora...

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