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viernes, 4 de septiembre de 2009

2009: El año que ganó José Mujica

Dentro de exactamente 55 días, el pueblo uruguayo deberá votar por una de las propuestas electorales presentadas a la población. La disputa se centra únicamente entre dos fuerzas: el Frente Amplio con José Mujica como candidato a la Presidencia, y el Partido Nacional con Luis Alberto Lacalle como su respectivo candidato. En realidad es mucho más que eso, es el Frente Amplio con Pepe por un lado y por el otro todas las fuerzas de derecha ­blancos, colorados, independientes­ nucleadas en el "bloque rosado ­verdoso" contra el FA. Es el Frente de izquierda de los sectores populares ­obreros, trabajadores, peones, chacareros, domésticas, pequeños industriales, comerciantes y productores, estudiantes, hurgadores, marginados, desocupados, militantes de izquierda perseguidos en dictadura y las nuevas generaciones de izquierdistas­ contra el bloque de derecha de los sectores enriquecidos ­las cámaras empresariales, los exportadores, los frigoríficos, la crema y nata de la burocracia estatal, los militares golpistas, los policías jubilados cómplices de los militares golpistas, los civiles títeres del Consejo de Estado cómplices de los militares golpistas, los políticos blancos y colorados cómplices de los militares golpistas.
Esta elección es sin lugar a dudas de las más trascendentes que registra la historia democrática de nuestro país, porque no solo estamos ante la posibilidad de un segundo gobierno del FA, sino además que José Mujica sea el nuevo presidente.
El Pepe, es un ex guerrillero preso durante 15 años, de los cuales 11 como rehén de la dictadura bajo aislamiento total, enterrado en un aljibe.
¿Cuántos casos como éste registra la historia universal? Nelson Mandela, preso durante 28 años de corrido, condenado a trabajos forzados por su lucha contra el "apartheid", se presentó a las elecciones del año 1994 en Sudáfrica y las ganó.
Más cerca en tiempo y espacio, Michele Bachelet, clandestina desde el golpe de Pinochet, detenida en enero de 1975, presa y torturada, exiliada posteriormente, gana la presidencia de Chile en las elecciones de 2006.
La posibilidad cierta y real de que Pepe Mujica gane las elecciones el próximo 25 de octubre podría equipararse a la odisea recorrida por Mandela, Bachelet y algunos más que mi memoria no registra.
El hecho de que el pueblo uruguayo honre con su voto al Pepe, además de ungirlo Presidente lo va a ubicar en un sitial destinado para elegidos.
De esos que nacen una vez cada tanto.
Los uruguayos tenemos el 25 de octubre esa oportunidad. Pertenecemos a una generación extraordinaria que ha vivido en la bisagra de dos siglos: vivimos la primera y segunda guerra mundial, las revoluciones y luchas de liberación del continente asiático y africano, el triunfo del pueblo sudafricano en su lucha contra el racismo, la caída del muro de Berlín, el derrumbe del bloque socialista soviético y la desaparición de las Repúblicas Democráticas del Este europeo, la Revolución cubana y la muerte del Che.
Al salir de la cárcel el 14 de marzo de 1985, Raúl Sendic proclamó: " Los tupamaros nos integramos a la vida democrática y legal sin cartas en la manga". Ha pasado un cuarto de siglo y las cartas estuvieron ­siempre­ donde debían estar: sobre la mesa.
Algunos amigos que concurrieron en 1994 a Sudáfrica me contaron que días después del escrutinio, aquellos negros postergados, discriminados, explotados y esclavizados en las minas, apaleados y asesinados durante siglos, comentaban con un orgullo recién nacido: "Yo voté a Mandela".
La vida nos ha colocado en este preciso momento en un lugar de privilegio, ha puesto en nuestras manos y nuestra conciencia la posibilidad de hacer historia de la grande, de la que solo y solamente hay una y una vez sola en la vida de millones de personas, de la que vencedores y vencidos no podrán después modificar a su antojo las fechas, los libros y las circunstancias. Pepe Presidente, el veterano ex guerrillero, comandante de columna, tupamaro, uno de los nueve presos más ferozmente torturado durante 11 años, diputado, senador por dos veces, ministro, presidente de la Asamblea General y vicepresidente de la República en ejercicio por varios períodos, no se guardó ninguna carta en la manga.
No quiero perderme la oportunidad de decirle a mis nietos dentro de muchos años "El año que ganó Mujica, yo lo voté".
La vara mágica del destino se deposita en la voluntad de los pueblos libres.
Votemos por Pepe y hagamos que este pequeño país entre definitivamente en la mejor y más grande historia de Latinoamérica.

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