Los veintisiete primates del zoo de Barcelona que solicitaron presenciar el discurso del Rey en Nochebuena todavía están realizando arriesgadas piruetas y muecas muy sobreactuadas a pesar de que ya han transcurrido setenta y dos horas desde que Juan Carlos pronunciara su habitual discurso de Navidad.
El veterinario jefe del zoológico cree que la sencillez y la cercanía de las palabras del monarca calaron profundamente en los corazones de los simios y les proporcionaron una dosis brutal de optimismo, confianza y seguridad. “Generalmente son los guacamayos y los pingüinos los que me piden que les ponga el discurso del Rey pero este año han preferido contarse chistes entre ellos mismos”, ha señalado el veterinario jefe.
Los zoólogos ungulados de la Casa Real niegan que sea el particular sentido del humor de los animales del zoo de Barcelona la causa del interés por el discurso televisado y lo atribuyen a una extraordinaria y leal admiración por la Corona española.
La jaula de los buitres ha pedido un vídeo con las siete mejores caídas del Rey pero la dirección del Zoo consultará con la Zarzuela antes de proporcionarles ese material.
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