Misch, estuvo en activo prácticamente durante toda la
Segunda Guerra y entre 1940 y 1945, se encontraba en la sede que Hitler
tenía en la capital alemana, habiéndolo acompañado en múltiples
oportunidades en distintos viajes que el Führer emprendía: su función
dentro del equipo de guardaespaldas era la de mantener las
comunicaciones libres para los inacabables mensajes que llegaban desde
todos los frentes.
Misch, se mantuvo leal a Hitler hasta el final y lo calificó siempre como “un jefe maravilloso”.
Sin embargo los críticos alemanes despreciaron sus historias junto al
líder nazi, publicadas en 2006, en tanto consideraron que exageró su
papel en el séquito que acompañaba a Hitler.
Después de la guerra, Misch fue encarcelado en la entonces Unión Soviética, donde estuvo nueve años.
Su libro no entrará en los anales de la II Guerra
El libro de Misch, cuya portada luce la foto de Hitler y la de él
mismo vistiendo su uniforme de las SS, aunque la toma esta hecha en
photoshop y no es un negativo original, parece contar en su texto casi
lo mismo que en la foto: estuvieron cerca pero tal vez no lo suficiente
para conocer muchas cosas.
Sin embargo Misch, que había nacido en 1917 en Alta Silesia, logró vivir hasta el final de sus días con los derechos de autor del libro.
El mérito más grande del texto sin embargo fue su reconocimiento de que había visto los cuerpos de Hitler y Eva Braun, en el despacho donde se suicidaron,
e incluso declara haberse negado a participar en la incineración de los
cadáveres: fue el primer testimonio alemán sobre el final del Führer,
al que muchos atribuían haber logrado fugar a un lugar desconocido.
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