Esquerra ha aprendido a medir los tiempos con la llegada de Oriol
Junqueras a la presidencia del partido, y su estrategia se traslada al
Gobierno de Artur Mas. Dependiente de los votos de los republicanos, el
Ejecutivo de Convergència i Unió se ha adaptado a los ritmos de ERC, que
a cada paso que ha dado el Gobierno ha aumentado sus exigencias.
Ayer los republicanos subieron un peldaño más y pidieron al Gobierno
que apriete el acelerador y fije la fecha de la consulta tras la cadena
humana de la Diada. Hicieron suya así la reclamación de la Asamblea
Nacional Catalana, organizadora de la Via Catalana.“Lo que es muy
importante es que el día siguiente, cuando la cadena sea un éxito, el
Gobierno responda y siga impulsando el proceso. Que avance cuanto más
pronto mejor cuál es la fecha y la pregunta prevista para el
referéndum”, dijo el diputado Pere Aragonès, que mostró el apoyo de ERC
al Gobierno en el camino hacia la consulta. El republicano restó
trascendencia a la ausencia de Mas en la cadena humana: “No es
importante. Lo que tiene que hacer es asegurar el proceso soberanista”,
mantuvo, en declaraciones a Catalunya Ràdio.
Esquerra quiere concreción en la consulta porque entiende que debe
ser la respuesta del Gobierno a la movilización ciudadana de esta Diada.
Más de 350.000 catalanes se han apuntado para unir sus manos entre
Alcanar (Montsià), y Le Perthus (Francia).
El Gobierno catalán asume la presión de ERC, pero es reacio a
modificar su calendario con la consulta. El consejero de la Presidencia,
Francesc Homs, recalcó ayer en una entrevista en 3/24 que la
fecha y la pregunta se decidirán a finales de año. La misión de
concretar el proceso soberanista será de la comisión parlamentaria que
prepara la consulta.
El presidente de la Generalitat no estará en la marcha, pero
utilizará su mensaje como medida de presión frente al Ejecutivo de
Mariano Rajoy. Mas espera respuesta a la carta que remitió en julio al
presidente del Gobierno reclamándole la consulta. El líder del PP hizo
acuse de recibo: según reveló Homs, Rajoy telefoneó a Mas para
anunciarle que atendería a la misiva. “Le dijo que le respondería
después del verano. La conversación no duró más de dos minutos y no
ahondaron más en el tema”, informa Àngels Piñol.
Mas no asistirá a la Via Catalana pero le mostrará todo su apoyo en
una reunión previa con la presidenta de la ANC, Carme Forcadell. La
posición del dirigente catalán no es la que hubieran deseado los
organizadores —le pidieron su participación—, pero Forcadell entiende
que Mas ha mostrado su “apoyo explícito” a la movilización al
recibirles. “Entendíamos que debía asistir, era una manera de expresar
que el Gobierno y la sociedad civil trabajan en la misma dirección”,
lamentó Forcadell, en declaraciones a Europa Press.
El Ejecutivo catalán estará ampliamente representado el 11 de
septiembre. Tres consejeros han confirmado a la ANC su asistencia a la
cadena humana. Uno de ellos es el titular de Cultura, Ferran Mascarell,
que ya dejó ver su “predisposición” a participar en la movilización.
Forcadell desveló también que el consejero de Territorio, Santi Vila, y
la titular de Bienestar, Neus Munté, se han dirigido a la Asamblea para
participar. La ANC ha reservado el tramo de la cadena que pasa por la
plaza de Sant Jaume para los consejeros y los representantes del
Ayuntamiento. Vila, sin embargo, comunicó que participará en su
localidad, Figueres. Pese a no tener confirmación oficial, los
organizadores cuentan también con la presencia de otros tres consejeros:
el de Empresa, Felip Puig; la de Enseñanza Irene Rigau; y el de
Justicia, Germà Gordó.
Con estos seis
representantes, el Gobierno tendrá como mínimo la mitad de sus
consejeros en la movilización. No estarán, para coordinar los
dispositivos de emergencia de sus respectivos departamentos, Boi Ruiz
(Salud) y Ramon Espadaler (Interior). Queda la incógnita de dos
consejeros de Convergència —el de Presidencia, Francesc Homs, y el de
Economía, Andreu Mas-Colell—, y dos de Unió. Tanto la vicepresidenta
Joana Ortega como el titular de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, están a
la espera de la posición definitiva de la dirección de UDC.
Los democristianos son reacios al lema independentista de la cadena
humana, pero los últimos días han acercado posiciones con la ANC para
asistir a la marcha reivindicando el derecho a decidir. La decisión
definitiva la tomarán el lunes, en la reunión de su ejecutiva.
La Asamblea ha reservado otro tramo a los políticos: el Parlament, en el que espera que se concentren parte de los diputados que apoyan la Via Catalana. La presidenta de la cámara, Núria de Gispert, que el año pasado recibió a los manifestantes de la ANC, puede repetir un gesto de favor con la movilización este año.
La Asamblea ha reservado otro tramo a los políticos: el Parlament, en el que espera que se concentren parte de los diputados que apoyan la Via Catalana. La presidenta de la cámara, Núria de Gispert, que el año pasado recibió a los manifestantes de la ANC, puede repetir un gesto de favor con la movilización este año.
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