Tres Mossos d’Esquadra, entre los que se encuentra un cabo del Área
de Recursos Operativos (ARRO), declararon ayer como imputados en el
juzgado de instrucción 6 de Tarragona
por las cargas policiales ocurridas durante la huelga general del
pasado 14 de noviembre en la ciudad, en la que dos menores resultaron
heridos al ser golpeados por los agentes. Fruto de las
investigaciones, que se encuentran en fase de diligencias previas, dos
mossos están imputados por una falta de lesiones mientras que el cabo
está imputado por un delito de daños.
Los tres defendieron ayer ante el juez su actuación y sustuvieron que
las lesiones producidas fueron involuntarias, explicaron fuentes
judiciales citadas por Europa Press. Toni Castejón, portavoz de SME-CC
OO, sindicato al que están afiliados dos de los policías, precisó que
los agentes se mostraron convencidos de que su actuación fue correcta y
que no se produjo “ningún error”.
Los hechos investigados se remontan a las primeras horas de la
jornada de huelga, cuando se llevaba a cabo una marcha por el centro de
Tarragona en la que participaban unas 200 personas, algunas
encapuchadas, realizando piquetes informativos. La marcha se inició de
manera pacífica, pero en los aledaños de El Corte Inglés algunos
manifestantes volcaron contenedores y lanzaron objetos contra los
agentes que custodiaban el centro comercial. Entonces los altercados se
precipitaron. Los agentes iniciaron cargas policiales y en una de ellas
un niño de 13 años resultó herido en la cabeza al recibir un golpe de
porra. Empezó a sangrar y fue trasladado al Hospital Joan XXIII, donde
le practicaron varios puntos de sutura en un coche particular.
Los agentes iniciaron cargas policiales y en una
de ellas un niño de 13 años resultó herido en la cabeza al recibir un
golpe de porra
Los incidentes fueron grabados y causaron un notable escándalo porque en las imágenes puede verse como los mossos
empujan y golpean a otra chica, de 16 años, que recriminaba a los
agentes su actuación. “Le habían abierto la cabeza y le seguían pegando
en las piernas. Vi aquello y grité al policía: ‘¿Pero que estáis
haciendo? ¡Si es un niño!’ Entonces me hicieron daño a mi”, contó la
joven tras el suceso. La grabación de los hechos dio la vuelta al mundo.
La dirección de la policía catalana defiende que la herida abierta
que presentaba el menor fue por el “rebote” de una porra en la mochila
de un manifestante al que perseguían los agentes, aunque abrió una
investigación interna.
Toni Castejón explicó que los tres policías respondieron ante el juez
a todas las preguntas. “Han colaborado en todo, defendiendo la
transparencia. Ellos están convencidos de que no hicieron nada diferente
de lo que marcan los protocolos. Tienen todo el apoyo del sindicato”,
afirmó Castejón.
En cambio, Ramon maria Sans, abogado del menor herido, aseguró que el
día de los incidentes uno de los agentes tuvo una actitud “claramente
violenta” y que “no se siguieron las normas básicas de uso de las armas
reglamentarias”. Sans considera acreditado que los agentes actuaron de
manera desmesurada en un momento en el que “no había peligro”. En las
próximas semanas acudiran a declarar varios testigos.
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