Primero fue la agresión, luego el arrepentimiento y ahora la multa.
El delantero uruguayo Luis Suárez volvió a convertirse este domingo en
el protagonista de la Premier. Pero no por sus goles, y eso que sigue
siendo con 23 el máximo goleador de la Premier, sino por una nueva
acción que deja en entredicho su deportividad.
Todo sucedió en el
encuentro que disputaron el Liverpool y el Chelsea en Anfield y que
terminó en tablas (2-2). Corría la segunda parte en una jugada en la que
el defensa serbio Branislav Ivanovic corta limpiamente un balón ante la
internada de Luis Suárez dentro del área de los blues. Cuando parecía
que la acción había terminado, el charrúa sujeta el brazo derecho de Ivanovic y le lanza un mordisco en el antebrazo más propio de un animal enrabietado que de un jugador profesional.
Tras
las críticas que de inmediato comenzó a recibir el jugador del
Liverpool, al terminar el partido pidió perdón en su cuenta de Twitter
asegurando que había hablado por teléfono con Ivanovic "para disculparme
directamente". Y le dio las gracias al serbio por aceptarlas. Antes
había emitido una nota por la que también pedía disculpas a su club: "Me
disculpo con mi entrenador y con todo el mundo del Liverpool por
haberles defraudado".
El jugador recibió numerosas criticas tanto de aficionados como de todos los estamentos del fútbol
Ivanovic
le dijo al árbitro que Suárez le mordió el brazo derecho en una
entrada fuerte en el área de penalti del Chelsea. "Habiendo revisado el
vídeo y hablado con Luis, su comportamiento es inexcusable y se lo he
dicho", afirmó el entrenador de los reds, Brendan Rogers, tras el encuentro. Y subrayó que "no hay jugador o entrenador más grande que el Liverpool".
El Liverpool también emitió un comunicado en el que señalaba que la
acción de Suárez había "decepcionado" a todo el mundo relacionado con el
club.
Este lunes, Suárez también ha anunciado en Twitter
que el Liverpool le ha impuesto una multa, de la que se desconoce la
cuantía, y ha pedido que el dinero que pague vaya destinado a los
familiares de las víctimas de la tragedia de Hillsborough. "El club me ha multado por mi conducta inaceptable de ayer.
He pedido que donen el dinero al Grupo de Apoyo a las Familias de
Hillsborough por el inconveniente que he causado a los seguidores del
Liverpool y a Ivanovic", escribió.
En medio de la polémica por el
futuro inmediato de Suárez, reflejada en los medios británicos, la
Asociación de Jugadores Profesionales del Reino Unido informó de que
ofrecería al Liverpool y a Suárez servicios de asesoramiento para aprender a controlar su ira.
El
director ejecutivo de la asociación, Gordon Taylor, señaló que es
"decepcionante" y "vergonzoso" que un jugador "de cuya habilidad nadie
duda" protagonice incidentes de este tipo, informan los medios
británicos. "Tenemos que trabajar duro en el control de su ira. Hemos
preparado asesores en este campo y ofreceremos sus servicios al
Liverpool y al jugador", afirmó Taylor.
El uruguayo, que no fue
sancionado durante el partido ya que el árbitro no vio la acción,
deberá esperar ahora la reacción de la Federación inglesa (FA, por sus
siglas en inglés), que podría investigar el incidente.
Ante las
numerosas quejas de los aficionados, que piden que el Liverpool venda a
Suárez a final de temporada, el director ejecutivo del Liverpool, Ian
Ayre, que tuvo que cancelar un viaje de promoción a Australia, aseguró
que el deseo del club es que Suárez permanezca en sus filas al menos
hasta que cumpla con los cuatro años por los que renovó el pasado
verano.
Malos precedentes
Adorado por la afición de
Anfield por su calidad y detestado en muchos estadios ingleses debido a
sus numerosas polémicas, Suárez llegó al Liverpool en enero de 2011
procedente del Ajax de Amsterdam por 26 millones de euros.
El
incidente protagonizado ayer es el último de una larga lista a lo largo
de su carrera pues, desde que llegó al Liverpool hace dos años, su
rendimiento como delantero se ha visto eclipsado varias veces por su
actitud en el campo. El episodio más reciente tuvo lugar a principios de
año, cuando el uruguayo confesó haberse tirado deliberadamente para
forzar un penalti en un partido contra el Stoke el pasado octubre.
Su
momento más complicado en Inglaterra fue, no obstante, en octubre de
2011, cuando se le condenó a ocho partidos de sanción y a una multa de
40.000 libras (47.000 euros) por insultos racistas contra el jugador del Manchester United Patrice Evra.
En febrero de 2012, Suárez echó más leña al fuego al negarse a dar la
mano al jugador francés antes del comienzo de un partido liguero que
enfrentaba a los "diablos rojos" contra los "reds" en Old Trafford.
Antes de llegar a Inglaterra, en noviembre de 2010 protagonizó un incidente similar al de Ivanovic cuando mordió al jugador del PSV Eindhoven Otman Bakkal en un encuentro, por lo que se le impuso la prohibición de jugar siete partidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario