La cuenta atrás para la celebración del cónclave ya ha comenzado.
Cuatro días después de que la Iglesia se haya quedado sin Papa tras la dimisión de Benedicto XVI y el trono de san Pedro se encuentre vacío, a las 9.30 horas de esta mañana arranca en el Vaticano la primera de las congregaciones generales.
Se trata de reuniones en las que participan todos los cardenales
(incluidos los mayores de 80 años) y en las que entre otras cosas se
decidirá la fecha en la que comenzará el cónclave.

Pero, sobre todo, en las congregaciones generales comenzarán a
definirse las distintas corrientes y grupos de poder de cara a la
elección del nuevo Papa. Los cardenales harán corrillos, debatirán sobre
los desafíos que tiene la glesia por delante y sobre todo estudiaran a
los ‘papables’: analizarán candidaturas, tratarán de crear alianzas de
cara a las votaciones en la Capilla Sixtina ...
Silencio total
Aunque es posible que todo eso lo hagan en el más absoluto secreto.
Ya en el anterior cónclave el entonces cardenal decano, Joseph
Ratzinger, obligó a todos los cardenales que participaban en las
congregaciones generales a mantener silencio total
sobre lo que ocurría en esas reuniones. Y a nadie le extrañaría que
Angelo Sodano, el actual cardenal decano, también impusiera esta vez la
ley del silencio.
El propio cardenal Sodano, así como el cadenal Tarcisio Bertone en
calidad del camerlengo, asumen estos días un papel clave no sólo por ser
los responsables de gestionar la sede vacante, sino también porque se
trata de dos personalidades importantes que pueden influir en varios
cardenales y mover votos a favor de una candidatura o de otra.
Además, en las congregaciones generales participarán los tres
cardenales que han llevado a cabo la investigación interna que Benedicto
XVI les ordenó que llevaran a cabo respecto al 'Vatileaks,
el escándalo provocado por la filtración masiva de documentos
reservados del Vaticano. Algunos medios de comunicación han señalado que
en la decisión de Benedicto XVI de dimitir habría jugado un papel clave
el infome de esos tres cardenales y las presuntas revelaciones que
contendría sobre corrupción y relaciones homosexuales en la cúpula
vaticana.
Vatileaks
Benedicto VI ha decidido que el contenido de ese informe de 300
páginas siga siendo secreto y que sólo el nuevo Papa tenga acceso a él.
Pero los tres cardenales –el español Julián Herranz, el eslovaco Jozef
Tomko y el italiano Salvatore De Giorgi- participarán en las
congregaciones generales y ya han indicado que responderán a las
preguntas que otros purpurados les puedan plantear respecto a su
investigación. Y es casi seguro que esa preguntas se harán.
"Creo que es necesario, porque somos un colegio de cardenales, somos
hermanos, y debemos saber cosas de las que, por la lejanía y nuestro
trabajo particular, no tenemos bastante información", aseguraba al
respecto el cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga en declaciones a
una televisión italiana.
Y hace ya días el cardenal australiano George Pell se pronunció
también a favor de que el colegio cardenalicio conociera los detalles de
ese informe: "Después de haber leído lo que cuentan los periódicos
italianos sobre el informe secreto, creo que sea obligado que el
Vaticano diga algo al respecto. Si el informe dice lo que los periódicos
dicen, entonces es necesaria una reforma profunda de toda la curia
romana y del propio Vaticano", señalaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario