El escándalo de la carne de caballo se ha cobrado los primeros detenidos en el Reino Unido. . Tres hombres de 42, 63 y 64 años han sido arrestados bajo la acusación de fraude en el matadero Peter Body de West Yorkshire y en la procesadora de carne Farmbox Meats de Gales.
Se sospecha que los detenidos podrían pertenecer a una red especializada en la adulteración de la carne de vacuno
con carne equina con ramificaciones en 16 países europeos. El Gobierno
birtánico tiene previsto hacer público este viernes un informe con las
primeras conclusiones sobre el escándalo que arrancó hace un mes en
Irlanda y que ya extiende a países como Francia, Holanda, Polonia ,
Rumania, Chipre y Luxemburgo.
La 'trama' europea del escándalo ha crecido en las últimas horas con
la investigación abierta a la comercializadora de carne al por mayor
Spanghero en el sur de Francia. Según el ministro francés de Consumo,
Benoît Hamon, Spanghero ha sido "el primer eslabón de la cadena".
"Ellos sabían a conciencia que la carne en sus comidas congeladas de
vacuno era de caballo", añadió Hamon, que nos descarta detenciones por
fraude en los próximos días.
También en las últimas horas, la compañía holandesa Draap Trading
reconoció que ha estado comercializando carne de caballo procedente de
dos mataderos en Rumania y con destino a plantas procesadoras en
Francia. El director de Draap Trading, Jan Fasen, declaró a 'The
Guardian' que la carne de procedencia rumana estaba identificada como
"de caballo". La cadena holandesa de televisión NOS informó sin embargo
que Jasen fue sentenciado en el 2010 por vender a varios países de
Suramérica carne de caballo etiquetada como "vacuno holandés".
El escándalo crece
Este jueves, la cadena de supermercados Asda anunció que ha procedido a retirar en el Reino Unido los botes de 500 gramos de su salsa boloñesa preparada, después de que un test sugiriera la presencia de ADN equino en el producto, informó la cadena BBC.
La cadena de supermercados retiró además como precaución otros tres
productos que contenían vacuno y procedían del mismo productor de la
salsa boloñesa: un caldo de ternera, otra salsa para espaguetis y una
sopa de chile con carne.
Un informe de la comisión de Alimentación y Agricultura del
Parlamento británico alertó de que la escala de la contaminación con
carne de caballo de productos etiquetados como ternera puede resultar "asombrosa" y de una "escala masiva".
La presidenta de esa comisión, la conservadora Anne McIntosh alertó
de que los consumidores británicos "han sido engañados cínica y
sistemáticamente por la industria alimentaria para elevar sus
beneficios".
Las propias autoridades sanitarias británicas han reconocido haber detectado en la carne equina restos del antiinflamatorio fenilbutazona,
prohibido en la cadena alimentaria y capaz de provocar graves efectos
secundarios en los humanos como la anemia aplástica y la supresión de
glóbulos blancos
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