Agentes de la Policía Nacional han desarticulado dos grupos de
explotadores sexuales que captaban a rumanas menores de edad mediante
falsas promesas de trabajo. Tras cumplir la mayoría de edad las traían a
España y las obligaban a ejercer la prostitución en macroprostíbulos de
Girona. Las jóvenes eran sometidas a continuas amenazas, palizas e
incluso violaciones. Las mantenían en un régimen de semiesclavitud con
jornadas laborales de unas 12 o 14 horas diarias y estaban sometidas a
un control constante, teniendo incluso que fichar con su huella
dactilar. El club exigía a las mujeres un cumplimiento estricto de los
períodos de trabajo y las obligaba a pagar 70 euros diarios para
mantener “la plaza”, incluso los días que no ejercían la prostitución.
La investigación, que aún no está cerrada, se ha saldado con la
detención de 19 personas, entre ellas los principales cabecillas de
ambas organizaciones, y se ha identificado a un total de 215 víctimas
directas del macro-prostíbulo, que llegó a facturar unos 60.000 euros
diarios.
En torno a esta actividad delictiva, se ha descubierto todo un
entramado de “sociedades tapadera”, utilizadas para blanquear parte de
los beneficios obtenidos, concretamente mercantiles con un capital
social superior a 11 millones y medio de euros, numerosos inmuebles con
un valor catastral superior a dos millones de euros, varios vehículos de
alta gama e, incluso, un barco de 19 metros de eslora.
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