Después de la conmoción generada en el país con más
católicos de Europa, famoso por sus pesebres, donde se discute si es
dable poner al burro y el buey que tradicionalmente dieron calor con sus
alientos al Cristo recién nacido, después que el Papa dijo que los
animales jamás estuvieron allí, se muestra ahora sorprendido por el
texto traducido.
El libro papal, que arrasa en ventas en la Madre Patria, dice que los
reyes magos no llegaron de Oriente, sino de Tartessos, una zona que los historiadores ubican entre Huelva, Cádiz y Sevilla.
Los Reyes Magos andaluces y la absolución animal
Apuntando a “la tradición de la Iglesia” en el trasfondo de cada
historia, Benedicto XVI, afirma en “La Infancia de Jesús” que “los
hombres sabios de Oriente se han convertido en reyes, y con ellos
entraron en el pesebre los camellos y los dromedarios (…) La promesa
convertida en estos textos extiende la proveniencia de estos hobres
hasta el extremo de Occidente (Tarsis, Tartessos en España), pero la
tradición ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad
de los reinos de aquellos soberanos”.
La cuenca de Tartessos, rodea el río del mismo nombre para los
griegos, que los romanos llamaron Betis y los árabes el actual de
Guadalquivir.
Mientras tanto, el secretario general de la Conferencia Episcopal
Española, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, debió expedirse
públicamente sobre las afirmaciones papales acerca del burro y el buey,
ante los miles de fieles que preparan su pesebre, algunos en tamaño
natural, otros en vivo, como parte de fiestas regionales, y no saben ahora qué hacer con los bichos.
El obispo absolvió a las bestias. “Poned estas navidades el Belén con
el buey y la mula, y sabed que significan que hay que seguir con
nuestra preciosa iconografía que nos ayuda a entender que, en el Antiguo Testamento, las expectativas de los profetas se cumplen en Belén”, sintetizó.
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