La persona más vieja del mundo era una enemiga de la comida rápida, y
decía que por eso la muerte era tan lenta en cazarla a ella. Besse
Cooper ha fallecido este martes a los 116 años en una residencia de
ancianos de Monroe, un pueblo del Estado de Georgia, en el sureste de Estados Unidos.
El Premio Guinness de los Récords
le dio su título de longevidad en 2011, cuando la señora Cooper tenía
115 años. Ella explicó que había vivido tanto porque nunca había metido
las narices en los asuntos de los demás y porque siempre había comido
bien: "Yo no tomo comida basura". Besse Cooper se casó en 1924 con un
hombre llamado Luther. Tuvieron cuatro hijos. En estos momentos la reina
de la vejez tenía 12 nietos y más de una docena de bisnietos y de
tataranietos.
En su último día de vida a la señora Cooper le arreglaron el pelo por
la mañana. Luego vio un vídeo navideño. Más tarde empezó a tener
problemas de respiración. Le pusieron oxígeno en su habitación y se
murió tranquilamente a las dos de la tarde. Había nacido en el siglo
XIX.
La persona más vieja del mundo nació en el Estado de Tennessee en el
año 1896, pero se mudó al vecino Estado de Georgia durante la Primera Guerra Mundial para buscar trabajo de profesora. En su cumpleaños número 115 un músico tocó para ella la canción Tennessee Waltz. Ese día Besse Cooper se comió dos trozos pequeños de tarta.
En la historia de la humanidad solo se conocen ocho casos de personas
que hayan vivido hasta los 116 años, y el récord de resistencia a la
muerte es de una mujer francesa que murió en 1997 a los 122 años. Se
llamaba Jeanne Calment y contaba que había llegado a cruzarse por la calle con Vincent van Gogh. Recordaba que el pintor era un tipo "muy feo". Un año antes de fallecer Jeanne Calment grabó un disco de rap.
Besse Cooper no conoció al pintor que se cortó una oreja a sí mismo
ni fue rimadora de hip-hop, pero en Estados Unidos le pusieron su nombre
a un puente.
Además, fue una campeona interrumpida de la vejez. Le dieron su
título en enero de 2011 y en mayo el Libro Guinness descubrió que una
mujer brasileña llamada María Gomes Valentí era 48 días más vieja que
ella. La señora Gomes se murió un mes después y Cooper volvió a lo más
alto del podio de los ancianos.
El consultor jefe en gerontología del Premio Guinness de los Récords,
Robert Young, ha lamentado la muerte de Besse Cooper. La nueva mujer
más vieja del mundo tiene 115 años. Se llama Dina Manfredini y también
es de Estados Unidos.
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