Era una cena festiva, de militantes y concejales de CiU en Salt
(Girona) para celebrar el arranque de la campaña de las recientes
elecciones autonómicas. Pero lo ocurrido durante la velada, bien regada
por el alcohol, amenaza con acabar con la carrera política del
presidente de la Diputación y alcalde de Salt, Jaume Torramadé, miembro de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), el socio pequeño de CiU. Torramadé ha denunciado por extorsión a una colaboradora que a su vez le ha denunciado a él por acoso sexual.
El turbio asunto, cuyas primeras informaciones empezaron a circular
el pasado día 20, estalló ayer con la denuncia hecha en los medios
locales por Josep Maria Amargant, jefe de Protocolo y Prensa de la
Diputación.

Amargant ha desvelado ahora que acudió al Ayuntamiento de Salt el
lunes día 12. Allí se encontró a un Torramadé “totalmente abatido medio
estirado en el sofá” y con los ojos llorosos. El alcalde le pidió que
intentase negociar el silencio de la mujer, según su relato. Amador
estaba dispuesta a no denunciar a Torramadé y a dejar su trabajo si le
pagaban 50.000 euros correspondientes a la “liquidación de lo que
quedaba de legislatura”. Amargant también asegura que cargos de Unió se
han reunido en la Diputación “para dar una salida airosa a Torramadé”.
Cuando el documento de acuerdo ya estaba redactado, Torramadé habló
con Amargant de “dos fórmulas” para pagar el dinero sin que este saliese
de los bolsillos del alcalde. Amargant escribió ayer que solo lo
explicará con detalle “ante los tribunales”.
Pero cuando todo parecía cerrado, el alcalde de Salt y cirujano de
una clínica privada cambió de opinión y acudió a denunciar a Amador ante
la policía catalana, según el relato de Amargant, el 16 de noviembre.
La acusó de “extorsión” por pedirle 50.000 euros a cambio de no
denunciarle por acoso. Ella tardó ocho días en responder: el sábado 24
lo denunció a él. El jefe de Protocolo de la Diputación acusa a
Torramadé de mentir: “Si a mí me reconoció los hechos, ¿por qué lo niega
ante los mossos?”, dijo ayer. El alcalde de Salt aseguró en un
comunicado estar “perplejo” por lo que considera un “intento orquestado
de desacreditarle” y anuncia que llevará a Amargant a los tribunales.
Ni Unió ni los concejales de Salt han respaldado a Mireia Amador. El
partido democratacristiano ha abierto una investigación interna y, en
público, sus representantes han rehusado hacer declaraciones. Siete de
los ocho concejales de CIU en Salt se han puesto del lado del alcalde,
firmando una carta en la que califican de “maniobra” y “difamación” la
denuncia de Amador. También la firma el vicepresidente de la Diputación y
alcalde de Bescanó, Xavier Soy. Ninguno de ellos respondió ayer a las llamadas de EL PAÍS.
El PSC pidió que la Diputación abra una investigación y que los ediles de Salt dimitan si se demuestra que han mentido.
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