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viernes, 7 de diciembre de 2012

El 'milagro alemán' se desinfla

El gobierno alemán ya cuenta con un frenazo de la economía alemana durante este invierno, pero el Bundesbank acaba de corregir esas previsiones y habla de unas temperaturas económicas mucho más crudas todavía. El Bundesbank recorta su previsión de crecimiento para este año hasta el 0,7%, frente al pronóstico anterior de un punto porcentual y vacía las previsiones para 2013, al advertir que el año que viene la economía alemana no crecerá un 1,6%, como se estimaba el pasado mes de junio, sino solamente un 0,4%.
Una vez llegados a ese punto, eso sí, y siempre según las nuevas previsiones del Bundesbank, Alemania retomará la senda alcista del crecimiento y en 2014 estará de nuevo en un saludable aumento del 1,9% del PIB.
Al estancamiento del Producto Interior Bruto (PIB) alemán se sumaría un repunte del desempleo, que podría situar la tasa de paro en el 7,2% el próximo año.
En el caso del mercado laboral, que hasta ahora ha demostrado una importante capacidad de resistencia ante la crisis, el instituto emisor germano pronostica que logrará atravesar las dificultades "en buena forma", gracias especialmente al efecto contracíclico de la reducción de jornadas, aunque espera una moderada subida del desempleo hasta el 7,2% en 2013, para posteriormente situarse en el 7% en 2014.
El Bundesbank hace este anuncio solo un día después de que el Banco Central Europeo recortara la previsión de crecimiento para el año próximo en toda la zona euro, debido precisamente a las peores perspectivas de crecimiento de los países centrales de la Unión, como Alemania, Francia y Holanda.
Alemania ha sido hasta ahora uno de los propulsores clave de la zona euro, que atraviesa su segunda recesión desde 2009, pero la resistencia del país a la crisis está disminuyendo y las previsiones del banco central así lo reflejan.
"Dadas la difícil situación económica en algunos países de la zona euro y la incertidumbre generalizada, el crecimiento económico será peor de lo que se calculaba antes", explica el Bundesbank en su comunicado.
La causa principal de este frenazo son los efectos de la crisis de deuda de la zona euro, que limitan las exportaciones de la mayor economía de la Unión Europea, por lo que el Bundesbank aconseja ahondar en los esfuerzos por reforzar las ventas a países emergentes como Rusia, China y los países del Este.

Inflación controlada

Respecto a los precios, el Bundesbank prevé que la inflación cierre este año en el 2,1% y de ahí se relaje hasta el 1,5% en 2013 y no suba más allá del 1,6% al año siguiente, siempre que se mantenga a la baja la tendencia del precio del crudo y no se aceleren las presiones de precios a nivel doméstico.
La entidad ha advertido de que si la evolución de la economía incumple las expectativas o se intensifica la crisis de deuda en algunos países, el crecimiento del PIB será probablemente menor de lo previsto.
"No obstante, es también bastante probable que la zona euro se recupere antes de lo esperado y que la economía global se acelere con mayor rapidez de lo contemplado en estas proyecciones, lo que permitiría a Alemania aprovechar oportunidades adicionales de crecimiento", destacó el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann.

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