Beijing,
3 nov (PL) Una ruta ferroviaria emblemática en China, la que ha unido a
Beijing y Moscú durante medio siglo, será modernizada y contará en
breve con las comodidades requeridas en un viaje que hasta ahora
necesitaba seis días y cinco noches.
En el recorrido de esta ruta, que comenzó a funcionar el 24 de mayo de
1960, hay que atravesar cinco zonas horarias y 80 grados de longitud a
lo largo de siete mil 628 kilómetros. La trayectoria es Beijing, Erlian,
Ulan-bator, Ulan-Ude, Irkutsk, Novosibirk, Oms, Ekaterimburg, Perm y
Moscú.
El tren, primera ruta internacional con que contó este
país asiático, funcionó una vez por semana en los últimos 52 años,
incluso cuando las relaciones entre China y la entonces Unión Soviética
estuvieron en su punto más álgido.
Más de un millón 400 mil
pasajeros de 100 países han disfrutado del más famoso de los itinerarios
internacionales por tren que realiza China, y que una vez fue la
principal vía para que viajeros occidentales llegaran a China y el
Lejano Oriente.
Gao Jun, jefe de la transportación internacional
de la estación ferroviaria de Beijing, anunció que este mes debe
iniciarse el uso de una nueva generación de trenes que brindará un
servicio y comodidades mucho más adecuadas.
Los modernos trenes
sustituirán los antiguos hechos en Alemania, que carecían de aire
acondicionado y de calefacción central, por lo cual en verano los
vagones podrían alcanzar los 40 grados Celsio y en invierno hasta menos
50 grados porque dependían de calentadores de carbón.
Liu
Yonggang, jefe del equipo que diseñó los nuevos trenes en la Corporacion
Sifang, dijo que los actuales utilizarán calefacción eléctrica para
mantener las temperaturas constantes y por primera vez se introducirá el
aire acondicionado.
Entre las innovaciones figuran baños y
dormitorios diseñados especialmente para minusválidos, mientras su
velocidad llegará en dos años a los 160 kilómetros por hora y reducirá
el trayecto a tres días.
Este recorrido tuvo sus momentos de
mayor demanda de 1985 a 1992, cuando los vendedores aprovecharon la
apertura de China para transportar a Rusia guantes, abrigos, calzado y
otros productos de moda en aquellos momentos, que solían estar vendidos
antes de llegar a Moscú.
Pero también fue el período en que ocurrían robos y violaciones, reflejo del entonces comercio caótico entre fronteras.
Con 280 asientos, que solían estar totalmente ocupados, la ruta comenzó
a declinar cuando entraron en vigor serios controles en la frontera y
dejó de ser aprovechado por los comerciantes.
A partir de
entonces, el tren fue usado fundamentalmente para viajes más cortos,
como Beijing-Ulan Bator, porque pocos tenían paciencia para dedicar seis
días a viajar a Moscú por tren, cuando por avión podían llegar en
horas.
Pero ahora con las innovaciones y mejorías, las
autoridades ferroviarias chinas esperan que el recorrido pueda volver a
colocarse en la preferencia de los viajeros sobre todo de jóvenes que
viajan con su mochila a la espalda.
El tema es debatido en las
redes sociales locales y se intercambian ideas de cómo aprovechar esta
línea para conocer paisajes cautivantes que recomiendan quienes han
realizado el viaje, por cierto no solo jóvenes.
Ellos comentan
que los cambios dramáticos que se observan desde el desierto de Gobi en
Mongolia hasta el mar de abedules en Rusia constituyen una experiencia
inolvidable e imposible de capturar en un recorrido en avión. |
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