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sábado, 15 de septiembre de 2012

La oposición rusa suma a los comunistas en el pulso de hoy contra Vladimir Putin


La oposición rusa prepara para hoy sábado un nuevo pulso contra el presidente, Vladimir Putin. El curso político, que se cerró el curso pasado con un endurecimiento de la ley de manifestaciones, se reabre con una nueva demostración de fuerza en Moscú al frente de la cual hay un puñado de blogueros, liberales, izquierdistas de nuevo cuño y diputados de diversos partidos.

Los comunistas rusos, el mayor partido de la oposición parlamentaria, anunciaron esta semana que tomarán parte por primera vez en esta cita que une periódicamente a la oposición bajo el nombre de 'Marcha de los Millones'.

La oposición, que ha convocado marchas similares en 50 ciudades del país, tiene previsto congregar en la capital rusa a unos 60.000 de sus partidarios. La cita rezuma algo de simbolismo, pues concluirá con un mitin en la avenida Sájarov.

Precisamente en esta avenida fue donde más de 100.000 personas se congregaron en diciembre del pasado año para protestar contra un supuesto fraude electoral en los comicios parlamentarios. El alto grado de asistencia sorprendió a la propia sociedad rusa, poco dada a las movilizaciones hasta que Vladimir Putin anunció en septiembre pasado que volvería a concurrir a las elecciones presidenciales de marzo de este año.

La manifestación critica precisamente la permanencia en el poder de Putin: primero como presidente, después como primer ministro y ahora de nuevo como jefe de Estado.

Recelo oficial

No es un pulso menor ni para el Kremlin ni para los manifestantes. La primera ‘'Marcha de los Millones'’ se celebró el pasado 6 de mayo y desencadenó violentos choques con la policía, que detuvo a centenares de personas, algunos de los cuales están en riesgo de ser condenados a penas de cárcel.

Entonces hubo heridos en ambos lados y en esta ocasión la mera convocatoria de la protesta ya ha hecho saltar las primeras chispas, pues el Ayuntamiento moscovita rechazó la pasada semana la solicitud presentada por la oposición no parlamentaria, que propuso marchar a lo largo de una céntrica calle de la capital.

La legalidad de la marcha todavía no está asegurada ya que las autoridades permitieron que participaran sólo 25.000 personas en la protesta, que podrá prolongarse durante ocho horas. Si hay más gente o el evento se prolonga puede haber detenciones.

Uno de los principales condicionantes que tiene la oposición es que el presidente ruso promulgó tras su investidura una ley sobre protestas y mítines políticos que eleva exponencialmente las multas contra los acusados de infringir el orden público. Para Putin la cita de hoy se trata del aperitivo ante una lucha que empieza a tener algo de contenido región a región y ciudad a ciudad.

El contundente dominio regional del partido gubernamental Rusia Unida sufre algunas grietas menores y la oposición espera ensancharlas con el revulsivo de esta marcha, según ha explicado el líder opositor izquierdista Sergei Udaltsov.

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