Quedan por definir los tiempos para su edificación, el lugar exacto y la financiación, pero la noticia ha sido confirmada: Las Vegas Sands, propiedad del magnate del juego y principal donante del Partido Republicano Sheldon Adelson, construirá Eurovegas en la Comunidad de Madrid. Pero el diablo está en los detalles.
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La empresa –que desde 2011 encabeza el listado de las corporaciones del juego a nivel mundial– ha asegurado que invertirá en el macrocomplejo el 35% de los 17.200.000 de euros necesarios para la construcción de 12 hoteles con 36.000 habitaciones, un centro de conferencias, tres campos de golf, centros comerciales y seis casinos.
El resto “es habitual que sea financiación bancaria, o a través de bonos”, en palabras de la presidenta regional, Esperanza Aguirre. La falta de claridad sobre la mayor inversión extranjera en la historia del Estado español abarca también los tiempos para su construcción. Una fuente de la empresa se ha limitado a decir al Washington Post que “se espera construir el proyecto por fases, a lo largo de unos diez años”.
Los representantes regionales, sin embargo, no se atreven a dar una fecha para el comienzo del proyecto. Según las primeras indiscreciones, se está esperando poder llevar a cabo una operación de revalorización del suelo de facto ya empezada. 24 horas antes de que se confirmara la noticia, la inmobiliaria Metrovacesa (propiedad de Santander, Banesto, Banco Popular, Banco Sabadell, BFA y BBVA desde 2009 y gracias a una dación en pago concedida a la empresa) cerraba la semana con un aumento del 54% del valor de sus acciones, como dueña de los terrenos en Alcorcón donde es posible que se ubique Eurovegas.
La construcción de la ciudad del lujo llevaría a la juntadel alcalde David Pérez (PP) a modificar el proyecto de viviendas de protección pública y alteraría la cesión de redes públicas establecido en el Plan General de Ordenación Urbana local, como detalla un informe elaborado por la Plataforma Eurovegas No.
Las incógnitas se extienden a las infraestructuras. Sobre la mesa está la ampliación de líneas de metro, de cercanías o de AVE. Un gasto de más de 300 millones de euros –según los detallados cálculos de la citada plataforma– que dispararía aún más las posibilidades especulativas en el suelo elegido.
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