Los pasajeros del vuelo FR 1919 de Ryanair que este martes tenían previsto volar desde Valencia a la localidad belga de Bruselas a las 20.30 horas "salieron corriendo" del avión antes de que este despegara al comprobar que el aparato perdía combustible "a chorros" por "el extremo de una de las alas", según explica Miguel Ángel Cubillos, uno de los viajeros afectados por el incidente en el Boing.
Después de una semana marcada por los aterrizajes de emergencia -hasta tres- de la compañía aérea de bajo coste, llega este nuevo episodio de incomodidades para sus clientes. "Es normal que haya incidencias, el avión llegó al aeropuerto a las ocho y media hora más tarde debía volver a despegar. Los pilotos no tienen tiempo ni para bajar del avión a estirar las piernas", denuncia Miguel Ángel.
En su opinión, y aunque la versión de la compañía es que se trataba de una avería que debía revisar un ingeniero antes del despegue, que finalmente se produjo dos horas después de lo previsto, "pudo haber una maniobra extraña de alguno de los pilotos, ya que mientras el avión repostaba, comenzó a salir un chorro impresionante por el extremo de una de las alas, algo como cuando se suelta combustible por la salida de emergencia antes del aterrizaje".
El avión de Ryanair | E.M.
La versión de Ryanair
La compañía aérea irlandesa ha ofrecido este miércoles su versión oficial del incidente en un escueto comunicado. Según Ryanair, los ingenieros tuvieron que reparar un "fallo en una válvula" para que los pasajeros del vuelo Valencia-Bruselas Charleroi pudieran volver al avión e iniciar el viaje.
Desde Ryanair piden disculpas a los pasajeros por las molestias causadas y fijan el retraso del vuelo FR 1919, ocasionado por una "avería técnica menor", en dos horas y media.
La pérdida de combustible provocó que una parte de la pista quedase impregnada por el mismo, lo que "imagino que activaría el protocolo de seguridad para dejar la zona en condiciones antes del despegue", explica Miguel Ángel Cubillos, quien insiste en su teoría de que no fue una avería al señalar que minutos antes de las once de la noche volvieron a subir abordo del mismo avión del que habían bajado dos horas antes.
Ese fue el tiempo que los pasajeros que llenaban el vuelo con destino Charleroi estuvieron "tirados y sin ningún tipo de atención" en la sala de embarque del aeropuerto de Manises, lamenta Miguel Ángel, para quien "después de 30 años va siendo hora de que habiliten alguna sala en los aeropuertos para atender debidamente a los pasajeros que sufren este tipo de incidencias".
Tras el susto y las prisas de los viajeros por abandonar el avión, el vuelo despegó finalmente rumbo Bélgica al filo de las 23.00 horas y aterrizó en Charleroi pasada la una de la madrugada del martes al miércoles.
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