El primer teniente de alcalde de Barcelona, Joaquim Forn, ha propuesto que la Federación o los clubes de fútbol paguen el coste de prolongar el servicio de metro tras los partidos o adelanten los encuentros, porque para el Ayuntamiento es inasumible garantizar el transporte a esa hora.
Forn ha defendido así la postura del Ayuntamiento después de que ayer miles de aficionados -la mayoría turistas- tuvieran dificultades para regresar a casa por la falta de transporte público tras el partido Barça-Madrid, que finalizó a las 12.15 horas.
El metro de Barcelona mantuvo su horario habitual de cierre a las 12.00 horas, como el resto de días laborables, ya que sólo la noche del sábado se mantiene abierto toda la noche y el viernes hasta las 02.00 de la madrugada.
Según Forn, mantener abierto el metro una hora más, como se hacía hasta hace un año en el caso de que los partidos del Camp Nou acabaran más tarde de la hora de cierre, supone un coste de 30.000 euros a Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) que el Ayuntamiento de Barcelona no puede asumir.
Por ese motivo, el teniente de alcalde ha propuesto que, como en otras ciudades europeas, sean las federaciones, a través de las entradas, las que paguen al Ayuntamiento de Barcelona la ampliación del horario de metro.
"Con mucho gusto estudiaríamos medidas como ésta. No nos podemos hacer responsables de este coste tan elevado", ha añadido Joaquim Forn.
El teniente de alcalde ha explicado que el Ayuntamiento ha conversado con los clubes de la ciudad y las televisiones para advertirles del coste que supone ampliar el metro una hora más y pedirles que lo tuvieran en cuenta para fijar el horario de los partidos.
En opinión de Forn, "la alternativa más fácil es no comenzar un partido más allá de las nueve de la noche. Si esto la gente no lo entiende, si la gente no nos lo facilita -que quiere decir los clubes, la Federación de Fútbol y las televisiones- tenemos un problema", ha añadido.
Forn ha recordado que en algunos partidos se ha alargado el horario de metro para transportar a 1.500 personas a un coste de 30.000 euros, pero ahora no se puede mantener porque "hay que garantizar otros servicios considerados prioritarios".
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