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lunes, 19 de marzo de 2012

Ganó Putin perdió Occidente

Ciudad de México (PL) El resultado de las recientes elecciones presidenciales provocó un efecto curioso pero no sorprendente. Era sabido que el triunfo sería de Vladimir Putin, quien llegará por tercera vez a la primera magistratura en un proceso ajustado a la ley.

Como en toda elección, en cualquier país, los perdedores dijeron que se habían registrado irregularidades y salieron a las calles a protestar, lo que también es normal. Se cometieron algunos excesos y la policía intervino y tal vez también se excedió, como sucede generalmente en cualquier lugar.

Lo que llama la atención es que los afectados hayan terminado siendo los estadounidenses, que no tenían nada que ver con estos comicios y que han formulado declaraciones exigiéndole al gobierno ruso una investigación.

El Departamento de Estado entregó un comunicado que decía: "Urgimos a las autoridades rusas a que inicien una investigación independiente y creíble", demandando también que "incrementen la transparencia del proceso electoral".

En la declaración, los estadounidenses se manifiestan dispuestos a trabajar con el "presidente electo" cuando se ratifiquen los resultados. A Putin no lo nombran.

Hasta el día de hoy no se conoce alguna investigación de lo ocurrido en la dudosa reelección de George W. Bush, pero de eso no se acuerdan. Por su parte, Putin no desconoció que pudieran haberse registrado irregularidades y llamó a denunciarlas "para que no haya ninguna basura".

La oposición anunció que continuaría sus manifestaciones de protesta, tal como sucede en todas partes, si bien hay un punto que llama la atención, porque los resultados estuvieron ajustados a las encuestas previas que ningún candidato o sector político cuestionó.

Lo que ni el Departamento de Estado ni la oposición rusa imaginaban es que la Comisión Electoral Central, CEC, de Rusia, está elaborando un sistema para monitorear las próximas elecciones estadounidenses, según informó Ria-Novosti, agencia de prensa rusa.

El sistema permitirá seguir esas elecciones en Estados Unidos o a distancia, según explicó el presidente de CEC a Itar-Tass, otra agencia de prensa rusa. Lo mismo podrán hacer con los comicios franceses.

Según explicó el funcionario, "será un monitoreo honesto y meticuloso, para analizar información procedente de los partidos políticos, los candidatos independientes y la sociedad ciudadana de Estados Unidos", informó Itar-Tass. Queda por saber si Estados Unidos no los acusará de espionaje.

RAZONES DEL TRIUNFO

Más allá de los deseos de algunos de opacar el triunfo electoral de Putin, están las razones que determinan que haya obtenido una votación tan alta y distante de los otros postulantes, y esas razones son históricas.

Rusia ya era una potencia en la época de los zares y Pedro el Grande seguía siendo una figura histórica respetada y reconocida en tiempos de la Unión Soviética, la que paradójicamente surgió de una revolución contra el régimen zarista.

En la Rusia soviética y socialista se produjeron grandes cambios y, pese a todas las dificultades, nuevamente llegó a ser una potencia mundial a la que Occidente y en especial Estados Unidos no pudo ignorar.

Su poderío bélico igualó en el plano de las armas nucleares al estadounidense y Washington tuvo que entenderse con Moscú, como quedó reflejado en los tratados suscritos por ambas potencias.

La necesidad de no quedarse atrás ante Estados Unidos y Europa determinó que en aspectos económicos internos el Estado no pudiera satisfacer las expectativas de la ciudadanía rusa en los términos que ésta esperaba.

Las mejoras fueron evidentes, pero en la competencia por la disposición de bienes de consumo no se igualaron a Occidente. No se trataba de la falta de productos esenciales como alimentos y otros, ni tampoco de no poder mandar a los hijos a la escuela, que era gratuita, así como la atención médica.

Satisfechas las necesidades fundamentales, un porcentaje importante de familias promedio, en las que trabajaran varios de sus miembros, el ingreso conjunto permitía comprar un automóvil cada año, o refrigeradores y televisores a colores.

El problema consistía en que el Estado no estaba en condiciones de optar por el estímulo a esa producción y más de un ciudadano ruso me explicó que sabían que iban a llegar a tenerlos, que era cuestión de esperar.

La perestroika y la glassnot de Gorbachov postergaron largamente estas expectativas, el mundo entero vio cómo a raíz de esa catástrofe los héroes de la Segunda Guerra mundial vendían sus medallas en la Plaza Roja y las ancianas ofrecían latas de atún para allegarse recursos.

La Rusia de hoy dejó atrás los días negros de Gorbachov , los rusos se han recuperado económicamente y sienten que recuperaron también su sitial, que siguen siendo una potencia y que el artífice de ello es Vladimir Putin.

LA ALIANZA CHINA-RUSIA

La crisis económico financiera actual, que afecta en mayor medida a los países que se autodenominan desarrollados y en particular a los europeos, está atravesando por su segunda etapa, en la primera fueron los estadounidenses los que mostraron sus debilidades financieras,

Esto determinó que se produjera un gran debate sobre la forma en que eso determinaba la pérdida de la hegemonía mundial que ese país se preciaba de ejercer. Y como la tradición lo indica, la forma de recuperar en alguna medida ese papel hegemónico está en las guerras,

Ya vimos cómo se creó una guerra civil en Libia, la que ahora tiene una segunda etapa debido a la decisión de los llamados "rebeldes" de la zona petrolera de independizarse del gobierno impuesto por Washington y Europa.

Rusia y China cometieron el error de apoyar la resolución que hizo posible la intervención militar en Libia, pero cuando se intentó hacer otra versión de lo mismo en Siria, ambos países vetaron la nueva resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU.

En gran medida la posición de Europa y Washington al cuestionar las elecciones rusas está determinada por ese veto. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, sostuvo que el veto "es despreciable y ruin" y agregó: "necesitamos cambiar la actitud de los gobiernos de Rusia y China".

Lo que la funcionaria no ha captado es la nueva relación que existe entre esos dos países, que ya no tienen discrepancias ideológicas como antes. El presidente chino llamó por teléfono a Putin para felicitarlo y las agencias noticiosas rusas y chinas dieron cuenta de ello.

Hu Jintao destacó el crecimiento y progreso alcanzado por Rusia y señaló: "El fortalecimiento de la amistad chino-rusa, la ampliación de los contactos recíprocamente beneficiosos y la profundización de la cooperación estratégica son de importancia vital para ambos países y también para el mantenimiento de la paz regional".

Putin, a su vez, destacó la gran importancia que tiene para su país la relación con China y agregó: "Ante la inestable situación internacional, la cooperación China-Rusia desempeña un importante papel en salvaguardar la paz y estabilidad mundiales".

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