El ataque suicida de la jornada contra el aeropuerto militar al este de Afganistán, fue reivindicado por el movimiento talibán que declara fue en venganza por la quema de coranes registrada en la base de la OTAN en Bagram.
La mayoría de los muertos fueron civiles, aunque falleció un militar y por lo menos tres integrantes de las fuerzas de OTAN resultaron heridos.
El portavoz de los talibanes reconoció la autoría del atentado quien dijo que el objetivo era la base estadounidense ubicada en el aeropuerto y que “varios soldados de Estados Unidos murieron y otros están heridos”.
Ola de violencia
A pesar que el presidente Hamid Karzai llamó ayer a la calma en cadena de radio y televisión, la violencia no cesa de aumentar, principalmente contra los extranjeros, en todo Afganistán.
Al menos 30 personas murieron en los últimos cuatro días como consecuencia del conflicto desatado al quemar coranes en una base norteamericana, donde se hacía una limpieza de documentos requisados a detenidos, entre los que los libros sagrados también marcharon al fuego.
Miles de personas se han lanzado a las calles, tras que el incidente se hiciera público. Los talibanes en tanto su impiedad los hace enemigos de la causa del Islam.
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