Quito, 21 ene (PL) El Mercado Común del Sur (Mercosur) se ha convertido en el esquema económico más dinámico de la región, con un crecimiento promedio anual del 33,7 por ciento que lo impulsa a extenderse en su entorno.
Joao Carlos Parkinson, Asesor del Alto Representante General del Mercosur, aseguró a Prensa Latina en Quito que este foro aspira a expandirse en su espacio natural pero no con todos los países al mismo tiempo.
"Porque ni todos están preparados ni interesados en hacerlo", acotó.
El funcionario del organismo regional señaló el interés en profundizar las experiencias dentro del Mercosur y con otros Estados de su entorno, por lo que en estos momentos realiza un acercamiento a Ecuador, Bolivia, Guyana y Surinam, candidatos potenciales para integrar la nómina de este bloque negociador.
Parkinson expuso que esta asociación comercial podría convertirse en un bloque común en Suramérica, aunque es difícil predecir cuándo.
Abundó que la aspiración no debe ser la de pertenecer a asociaciones aisladas donde los Estados miembros miren solo hacia sus intereses, según su ubicación geográfica, ya sea de cara al océano Pacífico o al Atlántico.
Para el experto, es necesaria la unión para enfrentar los procesos económicos en el mundo, y el Mercosur da un margen de desarrollo a sus miembros porque propicia las inversiones entre ellos, y les da garantías de un mercado seguro y de complementariedad.
En particular, apuntó, se espera que Brasil continúe experimentando un crecimiento económico como lo hizo en el último año y que lo convierte en el más fuerte en el subcontinente, pero hay una gran incertidumbre sobre qué pasará este año 2012.
Se calcula que la economía de Suramérica continúe creciendo y también Brasil como polo, al tiempo que se estima una período prolongado de la crisis en Europa y Estados Unidos, lo cual redundará en la decisión de los países de acercarse o no.
Pero esta proyección no es segura por los riesgos que existen en el intercambio comercial mundial, agregó.
Significó la tendencia de un desplazamiento de los grandes ejes de dinamismo hacia las llamadas economías emergentes, y, por ejemplo, mientras Europa y Estados Unidos retroceden, China y Brasil experimentan un crecimiento de dos dígitos.
Consideró que un Mercosur suramericano es posible, pero, entre otros acápites, está sujeto a los intereses políticos de aquellos países que optaron por mecanismos distintos al de este organismo y de los propios mecanismos ventajosos del Mercosur.
Parkinson asegura que los dividendos están siendo provechosos para los participantes en el Mercosur, por lo que el resto podría verse influenciado y motivados a acercarse más, ya que la opción es sumarse a aquellos bloques dinámicos y no aislarse.
En un foro sobre las perspectivas de Mercosur, realizado en la capital ecuatoriana, Parkinson expuso la urgencia de la integración, del reforzamiento del mercado doméstico y de la reducción de la dependencia de mercados externos a la región.
En el contexto mundial, concluyó, las relaciones entre China y Estados Unidos van a determinar las relaciones económicas internacionales.
Joao Carlos Parkinson, Asesor del Alto Representante General del Mercosur, aseguró a Prensa Latina en Quito que este foro aspira a expandirse en su espacio natural pero no con todos los países al mismo tiempo.
"Porque ni todos están preparados ni interesados en hacerlo", acotó.
El funcionario del organismo regional señaló el interés en profundizar las experiencias dentro del Mercosur y con otros Estados de su entorno, por lo que en estos momentos realiza un acercamiento a Ecuador, Bolivia, Guyana y Surinam, candidatos potenciales para integrar la nómina de este bloque negociador.
Parkinson expuso que esta asociación comercial podría convertirse en un bloque común en Suramérica, aunque es difícil predecir cuándo.
Abundó que la aspiración no debe ser la de pertenecer a asociaciones aisladas donde los Estados miembros miren solo hacia sus intereses, según su ubicación geográfica, ya sea de cara al océano Pacífico o al Atlántico.
Para el experto, es necesaria la unión para enfrentar los procesos económicos en el mundo, y el Mercosur da un margen de desarrollo a sus miembros porque propicia las inversiones entre ellos, y les da garantías de un mercado seguro y de complementariedad.
En particular, apuntó, se espera que Brasil continúe experimentando un crecimiento económico como lo hizo en el último año y que lo convierte en el más fuerte en el subcontinente, pero hay una gran incertidumbre sobre qué pasará este año 2012.
Se calcula que la economía de Suramérica continúe creciendo y también Brasil como polo, al tiempo que se estima una período prolongado de la crisis en Europa y Estados Unidos, lo cual redundará en la decisión de los países de acercarse o no.
Pero esta proyección no es segura por los riesgos que existen en el intercambio comercial mundial, agregó.
Significó la tendencia de un desplazamiento de los grandes ejes de dinamismo hacia las llamadas economías emergentes, y, por ejemplo, mientras Europa y Estados Unidos retroceden, China y Brasil experimentan un crecimiento de dos dígitos.
Consideró que un Mercosur suramericano es posible, pero, entre otros acápites, está sujeto a los intereses políticos de aquellos países que optaron por mecanismos distintos al de este organismo y de los propios mecanismos ventajosos del Mercosur.
Parkinson asegura que los dividendos están siendo provechosos para los participantes en el Mercosur, por lo que el resto podría verse influenciado y motivados a acercarse más, ya que la opción es sumarse a aquellos bloques dinámicos y no aislarse.
En un foro sobre las perspectivas de Mercosur, realizado en la capital ecuatoriana, Parkinson expuso la urgencia de la integración, del reforzamiento del mercado doméstico y de la reducción de la dependencia de mercados externos a la región.
En el contexto mundial, concluyó, las relaciones entre China y Estados Unidos van a determinar las relaciones económicas internacionales.
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