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viernes, 25 de noviembre de 2011

Jaque al Rey


El rey está nervioso, y no es para menos. Algunas informaciones lo dicen, pero no haría falta ninguna para comprender que ni el monarca ni su casta pasan buenos momentos. Si la pasada semana la valoración del CIS suspendía por primera vez a la Casa Real, ésta semana el disgusto debe haber sido mayúsculo al saltar a las portadas de todos los periódicos y a las pantallas de todas las televisiones, la presunta implicación de Iñaki Urdangarín en un entramado para desviarse fondos públicos.

Me pregunto si veremos pronto declarar al presunto implicado, y si lo hará también su esposa, es decir la infanta Cristina. Si eso sucediese sería señal de que algo se está moviendo en este país, y señal casi indiscutible de que a las estructuras que sostienen el régimen les estaría empezando a resultar molesta una Casa Real cada vez más impopular y sin visos de supervivencia siquiera a medio plazo.

La monarquía ya ha comenzado su inevitable decadencia y caerá antes de lo que muchos pensaban, pero de forma distinta a lo que muchos desearíamos.

Si el 20N de 1975 con la muerte de Franco se dio inicio a una Transición controlada hacia una democracia de baja intensidad como la que hoy sufrimos, el 20N de 2011 dará comienzo también una Transición, quizá menos controlada, hacia un nuevo régimen que aún no se ha definido.

Decía Gramsci que en el claroscuro del viejo mundo que se muere y el nuevo que tarda en nacer, surgen los monstruos. No le faltaba razón. Los monstruos ya dominan nuestras vidas y han sometido la democracia a sus dictados, mientras el mundo entero se derrumba sobre nuestras cabezas a pasos agigantados.

Si hace 5 años cuando nació laRepublica.es apuntábamos que llegaría el momento en que habría una gran batalla ideológica que acompañaría el cambio de régimen en nuestro país hacia una República, ese momento ha llegado. Los distintos actores del conflicto político e ideológico toman unas posiciones cada vez más claras y en breve la Monarquía sólo será un muerto a quien nadie querrá agarrarse para no verse arrastrado.

La imputación de Urdangarín supone, de momento, un Jaque al Rey. Pero no desesperemos, no quedan muchas más jugadas hasta el Jaque Mate final.

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