La "amenaza silenciosa" que suponen el espionaje 'online' y el robo de tecnología afecta a la seguridad y prosperidad de EEUU. Un informe oficial de inteligencia acusa directamente a China y Rusia de robar secretos comerciales estadounidenses y apropiarse de la tecnología para impulsar su propio desarrollo económico.
El informe 'Espías extranjeros que roban secretos económicos de EEUU en el ciberespacio', presentado esta semana en el Congreso de EEUU, afirma que 'ciberintrusos' extranjeros pueden entrar sin ser detectados en redes por las que acceden a una gran cantidad de información sensible y datos de investigación.
Los servicios de inteligencia extranjeros, las grandes empresas e incluso algunos particulares han redoblado esfuerzos para tratar de robar tecnología a EEUU, un hecho que cuesta millones de dólares, de acuerdo el citado informe, elaborado por la Oficina del Centro Nacional de Contrainteligencia, una agencia gubernamental.
El informe, que abarca el periodo comprendido entre 2009 y 2011, es demoledor. "China y Rusia, a través de sus servicios de inteligencia y a través de sus empresas, están atacando nuestra investigación y nuestro desarrollo", dijo el responsable de dicha agencia, Robert Bryant. "Es un problema grave porque alimentan su economía con nuestra información", dijo en una conferencia de prensa.
Sobre todo, China
A pesar de que servicios de inteligencia, empresas, instituciones académicas y ciudadanos de decenas de países tienen como objetivo intereses estadounidenses, en el informe sólo aparecen los nombres de Rusia y -especialmente- China. "Los chinos son los autores más activos y persistentes en el mundo del espionaje económico", asegura el informe.
Rusia también se lleva lo suyo. "Los servicios de inteligencia de Rusia están llevando a cabo una serie de actividades para recopilar información económica y tecnológica de objetivos de EEUU", dijo el informe.
No obstante, el documento reconoce la dificultad de determinar exactamente quién está detrás de un ataque cibernético. Algunas empresas estadounidenses han informado de intrusiones en sus redes informáticas con origen en China, pero las agencias de inteligencia de EEUU no pueden confirmar quién está detrás de ellos de forma específica.
Pese a que ambos países han negado sistemáticamente estar involucrados en ningún 'ciberataque', la agencia estadounidense les señala directamente. "Hasta cierto punto eso viene determinado por la sofisticación de los ataques", dijo Bryant. "Si se trata de un ataque muy sofisticado, podemos asumir que detrás de él se encuentra un servicio de inteligencia extranjero o bien algún gobierno que lo patrocina".
Amenaza para la inversión en desarrollo
La Fundación Nacional de Ciencias afirma el gasto total de investigación y desarrollo por parte del Gobierno de EEUU, la industria y las universidades fue 398.000 millones de dólares en 2008. Pero no existen indicadores fiables sobre lo que suponen los robos de información a través de 'ciberespionaje'.
"Esta es una amenaza silenciosa para nuestra economía, con resultados importantes", dijo Bryant. "Los secretos comerciales desarrollados durante miles de horas de trabajo por nuestra mentes más brillantes son robados en una fracción de segundo y se transfieren a nuestros competidores".
Funcionarios de inteligencia aseguran que tratar de robar tecnología sensible que necesitan para su propio desarrollo económico es incluso parte de la política nacional de China y Rusia, a diferencia de Estados Unidos. El problema ha llegado a tal punto que la propia administración estadounidense se plantea considerar los 'ciberataques' como 'acto de guerra'.
"Esto supone una amenaza nacional estratégica para Estados Unidos a largo plazo", dijo Bryant, quien añadió que se trata de un problema contra el que "el fracaso no es una opción".
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