Tribunal espera hoy a expresidente peruano Alan García

Lima, 17 oct (PL) Un tribunal espera hoy al expresidente de Perú Alan García, para interrogarlo sobre sus relaciones con un grupo de exagentes navales de inteligencia, en un juicio contra estos por espionaje político y empresarial. El exmandatario fue convocado por la defensa del principal acusado, el excapitán de Navío Manuel Ponce, y tiene que asistir mañana, de todas maneras, como testigo. García se ha negó a declarar semanas atrás, cuando fue citado como agraviado -pues la red que encabezaba Ponce había interceptado sus comunicaciones cuando era presidente- y renunció a ser considerado como tal, pero según diversos juristas como testigo no puede negarse. La defensa quiere que el exgobernante confirme sus vínculos con Ponce, quien ha declarado que en la campaña electoral de 2006, cuando fue elegido García, este le encargó que espiara a su contendor, el actual mandatario, Ollanta Humala. Según Ponce, a raíz de ello y pese a que estaba retirado de filas, García, tras asumir el gobierno, lo ascendió al grado de vicealmirante como reconocimiento por los servicios prestados. El ascenso fue anulado luego que, a comienzos de 2009, Ponce y otros agentes retirados y activos del servicio de inteligencia de la marina que formaban la empresa BTR de seguridad electrónica, fueron arrestados por espionaje de las comunicaciones. Los detenidos son acusados de haber intervenido teléfonos y correos electrónicos de políticos y empresarios y filtrado a la prensa grabaciones de conversaciones de miembros de una red oficialista de corrupción, con contactos con altos niveles oficiales. Por sus vínculos con la red, a raíz del escándalo tuvieron que renunciar, en octubre de 2008, el entonces primer ministro, Jorge del Castillo, y otros miembros del gabinete ministerial. La red estaba encabezada por Rómulo León, exministro del primer gobierno de Garcia (1985-90) y Alberto Químper, quien fue su asesor legal. Ambos enfrentan otro juicio por corrupción. Los exagentes juzgados acusan tambén a García de haber encargado investigarlos a un oficial de su confianza, con la misión de manipular la pesquisa e incriminarlos y desaparecer grabaciones que lo incriminaban, que estaban entre el material incautado a la empresa BTR.