LAS VOCES DEL FÚTBOL entrevistó a Diego Forlán por teléfono, pero la conversación giró más en torno a lo extra deportivo, aproximándose a otras facetas del jugador, que se desarrollan lejos de la cancha. Habló de Milán, ciudad que va descubriendo de a poco, e incluso de su vida amorosa.
Fue una nota descontracturada, diferente, alejada en muchos aspectos de lo estrictamente futbolístico y en cambio, mostrando un perfil del Forlán que menos conocen. La nota transformada en una amena charla fue sumamente agradable para el escucha, porque transita por carriles no convencionales, descubriendo una persona sencilla, abierta y por momentos hasta tímida, hablando de lo que vive un uruguayo fuera de su país, lejos de su gente, siendo famoso, conocido y paradójicamente "sufriendo" socialmente la ventaja que le otorga la fama.
Forlán habló de todo, no se calló nada y se "entusiasmó" a medida que avanzaba la nota para ir descubriéndose y hacerse conocer un poco más en otra faceta.
Su vida en Milán
Hace relativamente muy poco llegó a Milán y si bien reconoce estar en una ciudad maravillosa, aún no ha tenido tiempo de recorrer mucho, porque "es algo complicado manejar, pero no tenés referencias importantes, como sucede en Buenos Aires o Madrid. Manejo bastante cuando voy a entrenar porque me lleva unos 35 o 40 minutos".
Está viviendo en la zona céntrica. Abajo del apartamento donde vive existe un gran movimiento siempre y destaca que en esta época del año hay ciertos lugares, pequeños restaurantes, que son muy concurridos, lo cual obliga a que tenga que hacer rodeos para poder bajar a comer, pues el italiano es fanático y obviamente no pasa desapercibido. "Tengo horas precisas para moverme, voy medio camuflado, por lugares con poca luz; ni hablar de ir a esos lugares públicos que mencionaba. Si le recomiendo a quienes me visitan que no se pierdan la oportunidad de disfrutarlos, yo no puedo, los miro del balcón de mi apartamento...", explica.
Forlán es una persona introvertida, pero no rechaza sacarse una foto o firmar autógrafos; sin embargo sabe y es consciente de que no puede ir a comer tranquilo con amigos ni siquiera en Montevideo".
Sacrificios de futbolista
Reconoce que la vida del futbolista es sacrificada pero es consciente de que esos sacrificios "los voy a seguir haciendo porque me encanta lo que hago. Me duele no poder hacer ciertas cosas normales, pero a la vez, como me encanta lo que hago lo disfruto y los beneficios son lindos también. Yo que sé... Me quedan cosas que no hice, como el último viaje de fin de año con los compañeros de colegio a los 17 o 18 años, los cumpleaños de 15...me los perdí todos; una cosa increíble que me sucedió... Me perdí un clásico especial y el casamiento de mi primo el mismo día porque después de un año de espera, me citaron a la Primera de Independiente. Pero además me hicieron jugar en tercera al otro día. Eso sí, a partir de allí no salí nunca de Primera..."
No deja de reconocer que económicamente está muy bien; sin embargo no duda en señalar que no porque tenga más o menos "voy a vivir de otra manera o a cambiar los gustos. A mí me enseñaron de una manera, cómodo sí, pero no me olvido de que mis objetivos son claros: jugar y disfrutar al entrar a la cancha, cantar el Himno, gritar un gol...".
"Gritar gol es lo máximo"
Sostiene que gritar un gol "es una felicidad completa, mas allá de cómo fue el gol.". Recuerda con un valor especial en su carrera el primero que hizo en Primera División. "Fue a Belgrano de Córdoba en la hora, ganamos 3 a 2, fue de palomita y era el cumpleaños de mi hermano, 18 de diciembre de 1999. Pero recuerdo cada uno de los goles y de los festejos". Y si bien con el último, ante Paraguay , entró en la historia "no lo tomé con tanta importancia... Quizá después con el tiempo me doy cuenta de que fue histórico", precisó.
Forlán se descubre como una persona tranquila, común y con gustos normales. Por ejemplo no lo desvela comprar ropa. "Tengo un estilo de ropa definida" pero lo hace "normal", le gusta el cine, alguna serie de televisión, estar tranquilo en su casa, no salir demasiado cuando no juega y hay momentos en los que lo atrapa la lectura. En cuanto a aficiones, "elijo los deportes, cuando estoy de vacaciones golf, tenis pero ni loco juego al fútbol. Es más, cuando se arman picados en mi casa yo me siento a un costado y disfruto mirando".
In fraganti: lo "marcó" un paparazzi
Forlán no rehuye la pregunta inevitable, su vida amorosa y el rumor que lo involucra con la modelo uruguaya Victoria Saravia. Fue una marca más pegajosa que un recio defensa, sin embargo Forlán esquiva bien la pregunta y responde con un tímido y poco convincente: "Somos amigos, ella tenía una amiga acá y como ya nos conocíamos fuimos a almorzar, pero no estaba en conocimiento de los fotógrafos. Sé que hay lugares a los que no podés ir por eso mismo, pero en un lugar acá a la vuelta de mi casa y a mediodía... Nunca me di cuenta de que me habían fotografiado. Pero bueno, uno va aprendiendo de los errores. Además no soy de comprar revistas cuando aparece este tipo de cosas..."
Ante la insistencia, descarta mantener con la modelo una relación más profunda que una simple amistad. "Está todo bien, hay una buena relación con ella, pero somos amigos."
SOBRE LA LESIÓN
Recuperación lenta y segura. Tras el partido ante Paraguay se conoció la gravedad de la lesión, lo que lo aleja de jugar ante Chile el mes próximo. Forlán dice que "hoy camino bien, no tengo dolor pero realmente fue un muy mal momento el que pasé luego de salir de Asunción. No podía ni pararme, me dolía hasta para sacarme los championes. Ahora la lesión va evolucionando, es mucha fisioterapia con doble turno en el club para poco a poco ingresar al gimnasio. Hay que ir viendo los estudios, pero es importante estar tranquilo".
El jugador atribuye la lesión al cansancio y a no haber parado durante tanto tiempo. Del Mundial a Madrid, después la temporada española, durísima; posteriormente Copa América, nuevamente Madrid y luego debut en Inter hasta que "descargó" todo en ese partido donde sufrió la lesión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario