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viernes, 30 de septiembre de 2011

Violentos enfrentamientos preceden al diálogo entre Piñera y los estudiantes


"Limones, limones, 'pa' los llorones, 'pa' los llorones, 'cabros' (chicos), limones a gamba (100 pesos chilenos o 20 céntimos de dólar)", grita José. A su lado, decenas de jóvenes lanzan piedras contra las fuerzas del orden. Los carabineros responden con bombas lacrimógenas, agua a presión y una especie de lanzallamas que dispara un gas amarillo.

"El negocio ha ido creciendo, antes llevaba los limones en una caja de madera pero venían los 'pakos' (agentes de carabineros) y no podíamos trasladarlos", manifiesta el vendedor de limones, que transporta su material anti-químicos en un carro 'agendado' en un supermercado cercano. Los jóvenes se agolpan sobre José y le piden limones que, cortados por la mitad, se restriegan sobre las partes de su piel afectadas por los gases tóxicos.

Son los gajes del oficio en una nueva manifestación estudiantil, la número 36. Han transcurrido cinco meses y nuevamente ha habido enfrentamientos entre los estudiantes y las fuerzas policiales en diferentes ciudades de Chile. Santiago, Valparaíso, Temuco y Concepción fueron las localidades más afectadas.

Barricadas callejeras, cortes de circulación, supermercados saqueados y batallas campales a pedrada limpia fueron la tónica imperante a partir de las 14.00 horas, momento en el que las municipalidades (ayuntamientos) prohíben continuar con las manifestaciones.

En Santiago, la nueva manifestación para conseguir una educación pública gratuita de calidad dejó como 53 personas detenidas y cuatro carabineros heridos. En Valparaíso, las barricadas callejeras levantadas con semáforos y mobiliario urbano provocaron intensos cortes de circulación. En la avenida Brasil, una de las arterias principales de la Ciudad Puerto, los estudiantes lanzaron mesas y sillas a los carabineros desde las aulas de la Universidad Católica.

La conocida líder de la Fech (Federación de Estudiantes de Chile), Camila Vallejo, condenó los enfrentamientos y dijo que: "Tratamos en base a nuestras capacidades a poder conducirlos de mejor forma (a los manifestantes), pero no nos da abasto. Y carabineros tiene que colaborar en eso, pero no reprimir brutalmente a gente que la verdad es que no estaba haciendo ningún desmán".

Una mesa de diálogo histórica

Sin embargo, y a pesar de la violencia habitual que siempre hay después de una manifestación estudiantil, hoy se ha producido un hecho histórico en las relaciones entre los estudiantes y el Gobierno chileno, teniendo lugar la primera reunión entre el ministro de Educación, Felipe Bulnes, y los nueve dirigentes que representan a los estudiantes universitarios, a los estudiantes de Secundaria, al Colegio de Profesores y al Consejo Nacional de Trabajadores de Universidades Chilenas.

Se espera que durante la mesa de diálogo se discutan los tres puntos clave que actualmente rodean el conflicto estudiantil: La Ley de Presupuesto, la vuelta a clases y la violencia con que los estudiantes dicen ser tratados en las marchas estudiantiles.

"Creemos que ha sido muy importante que hayan existido las voluntades para efectos de aceptar esta convocatoria y ojalá la noticia del día sea el éxito de la mesa de diálogo y cómo seguiremos avanzando para mejorar la calidad de la educación. El Gobierno tiene la mejor voluntad", comentó el ministro portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick.

"La mejor forma de superar las desconfianzas es sentarse a conversar. Estamos con una buena expectativa. Si nos piden recalendarizar el año académico y accedemos, lo lógico es que vuelvan a clases", añadió el representante del Gobierno chileno.

La vuelta a clase

Sin embargo, antes de la esperada reunión, la presidenta de la Fech, Camila Vallejo, no se mostraba tan entusiasmada respecto al retorno a las aulas: "Ojalá no pongan como primer punto (en la reunión) la vuelta a clases para poder iniciar el diálogo, porque ahí difícilmente podemos avanzar en una mesa de trabajo".

Respecto al presupuesto educativo chileno, otro de los grandes puntos de debate, se espera que se amplíen considerablemente las partidas dedicadas a la formación estudiantil. El lunes, el ministro de Economía, Pablo Longueira, adelantó que el gasto público aumentará cerca de 3.000 millones de dólares durante el próximo año, de los cuales unos 750 millones de dólares se destinarían a Educación.

En la Ley de Presupuesto de 2011, la partida de educación llegó a unos 11.000 millones de dólares, lo que supuso el 18,9 por ciento del total del gasto del sector público, la segunda mayor participación después de Trabajo, que concentró el 21 por ciento.

Se espera que para el próximo año ambas carteras aumenten su presupuesto e incluso que Educación sobrepase a Trabajo, convirtiéndose en el primer gasto del país andino. Sin embargo, hasta que esto ocurra, los manifestantes seguirán saliendo a la calle con sus limones bajo el brazo.

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