La Habana (PL) Para John Saxe Fernández, especialista en estudios polÃ�ticos, Estados Unidos aplica en Afganistán "el total abandono de los instrumentos multilaterales y un peligroso desdén por la vigencia del estado de derecho".
El investigador, habitual colaborador del diario mexicano La Jornada, argumenta la habitual y cada vez más sofisticada "política" de desinformación sobre esa nación, ocupada por fuerzas de la OTAN desde el 2001.
A través del mando supremo de los casi 150 mil soldados que forman las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), el Pentágono distribuye escuetos y parciales partes, en que el número de bajas de la insurgencia es miles de veces superior a las de los militares intervencionistas.
Aprovechándose de un caos instaurado exprofeso, según las más diversas fuentes, Washington emplea una de sus estructuras burocráticas, la Unidad de Guerra Psicológica Mundial -a la que apenas se menciona en los grandes medios- con el objetivo de presentar al mundo "la excusa de una contienda contra el terrorismo".
Saxe Fernández, también profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), denuncia que para esos fines, el mando estadounidenses emplea esa unidad, llamada además Grupo 193, con una amplia historia intervencionista en operaciones secretas en Vietnam, Corea del Sur, Puerto Rico, Arabia Saudita, Egipto, Kuwait y Panamá, entre otros países.
El funcionamiento de la desinformación
En las masacres contra la población civil afgana, continuamente denunciadas por la insurgencia, la mencionada unidad tiene un papel vital, censura los programas informativos y glorifica la actuación de los grupos especiales destinados a la represión "in situ".
Una reciente declaración del dirigente talibán Mullah Muhammad Omar, reitera que "todos los planes estadounidenses son contrarios a sus cálculos y evaluaciones. El enemigo sufrió más pérdidas en almas y equipos en este año que en los anteriores..."
"Cada día que pasa -añade la comunicación- los muyahidines se han ido familiarizando con las tácticas de los invasores y están logrando acceso a equipamiento esencial para causarles mayores pérdidas".
La insurgencia, precisa Mouhammad Omar, "considera que la presencia de las tropas invasoras extranjera, sus bombardeos a ciegas, incursiones nocturnas, brutalidad y torturas", son la principal causa del actual problema afgano.
En un llamado a la unidad nacional, el líder talibán señala que ese bien común es el objetivo final, con plena independencia y la posibilidad de eliminar las diferencia linguísticas y geográficas entre los afganos.
La desinformación de Washington funciona al revés, pero no puede impedir vías y medios, que como la Agencia Kali Yuga, entre otras, emplea la insurgencia para comunicar la lucha por la liberación.
En ese sentido, Saxe Fernández argumenta que no cabe dudas de que Estados Unidos es "el campeón de la guerra psicológica, pero el principal problema al que se enfrentan en Afganistán es: ¿Cómo perturbar transmisiones locales y persuadir a los oyentes o lectores a escuhar toda esa bien maquinada propagamnda cuando son escasos los afganos que cuentan con una radio, ya sin hablar de televisores, diarios impresos o internet?".
El investigador, habitual colaborador del diario mexicano La Jornada, argumenta la habitual y cada vez más sofisticada "política" de desinformación sobre esa nación, ocupada por fuerzas de la OTAN desde el 2001.
A través del mando supremo de los casi 150 mil soldados que forman las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), el Pentágono distribuye escuetos y parciales partes, en que el número de bajas de la insurgencia es miles de veces superior a las de los militares intervencionistas.
Aprovechándose de un caos instaurado exprofeso, según las más diversas fuentes, Washington emplea una de sus estructuras burocráticas, la Unidad de Guerra Psicológica Mundial -a la que apenas se menciona en los grandes medios- con el objetivo de presentar al mundo "la excusa de una contienda contra el terrorismo".
Saxe Fernández, también profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), denuncia que para esos fines, el mando estadounidenses emplea esa unidad, llamada además Grupo 193, con una amplia historia intervencionista en operaciones secretas en Vietnam, Corea del Sur, Puerto Rico, Arabia Saudita, Egipto, Kuwait y Panamá, entre otros países.
El funcionamiento de la desinformación
En las masacres contra la población civil afgana, continuamente denunciadas por la insurgencia, la mencionada unidad tiene un papel vital, censura los programas informativos y glorifica la actuación de los grupos especiales destinados a la represión "in situ".
Una reciente declaración del dirigente talibán Mullah Muhammad Omar, reitera que "todos los planes estadounidenses son contrarios a sus cálculos y evaluaciones. El enemigo sufrió más pérdidas en almas y equipos en este año que en los anteriores..."
"Cada día que pasa -añade la comunicación- los muyahidines se han ido familiarizando con las tácticas de los invasores y están logrando acceso a equipamiento esencial para causarles mayores pérdidas".
La insurgencia, precisa Mouhammad Omar, "considera que la presencia de las tropas invasoras extranjera, sus bombardeos a ciegas, incursiones nocturnas, brutalidad y torturas", son la principal causa del actual problema afgano.
En un llamado a la unidad nacional, el líder talibán señala que ese bien común es el objetivo final, con plena independencia y la posibilidad de eliminar las diferencia linguísticas y geográficas entre los afganos.
La desinformación de Washington funciona al revés, pero no puede impedir vías y medios, que como la Agencia Kali Yuga, entre otras, emplea la insurgencia para comunicar la lucha por la liberación.
En ese sentido, Saxe Fernández argumenta que no cabe dudas de que Estados Unidos es "el campeón de la guerra psicológica, pero el principal problema al que se enfrentan en Afganistán es: ¿Cómo perturbar transmisiones locales y persuadir a los oyentes o lectores a escuhar toda esa bien maquinada propagamnda cuando son escasos los afganos que cuentan con una radio, ya sin hablar de televisores, diarios impresos o internet?".
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