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sábado, 23 de julio de 2011

NORUEGA: 91 muertos en el doble ataque

El último balance de la Policía eleva a 91 el número de muertos en Noruega como consecuencia del doble ataque registrado en Oslo y en la isla de Utoya.

Dos horas después de que una gran explosión sacudiese el distrito gubernamental de Oslo -destrozando las oficinas del primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, y varios edificios gubernamentales-, un hombre abrió fuego en un campamento juvenil del gobernante Partido Laborista en la isla de Utoya, donde el primer ministro debía dar una conferencia este sábado. La Policía ha cifrado en 84 el número de víctimas de la isla y en siete, el de Oslo, aunque el número podría elevarse. Hay más de un centenar de heridos.

El propio Stoltenberg ha calificado lo ocurrido de "tragedia nacional" y ha manifestado que no "hay ninguna razón para elevar el nivel de amenaza sobre Noruega".

La policía descartó que se tratara de un atentado terrorista internacional y declaró tener indicios de ambos sucesos estaban relacionados, mientras continúa investigando lo ocurrido.

Por el momento, sólo hay un detenido en relación con la matanza, pero la policía noruega busca a un posible cómplice del presunto autor, basándose en declaraciones de estigos presenciales. Se arrestado es un noruego de 32 años con tendencias ultraderechistas e islamófobas llamado Anders Behring Breivik. Fue visto en el lugar de la explosión en Oslo, antes de que ésta se produjese.

El ministro de Justicia, Knut Storberget, ha dicho que aún no saben si el agresor, que está siendo interrogado por la policía, actuó solo o contó con algún cómplice.

Medios noruegos identifican a Anders Behring Breivik como afín a los ambientes ultraderechistas y, según el diario "VG", había colgado mensajes en internet declarándose nacionalista y enemigo de la sociedad multicultural. El presunto asaltante se trasladó a la pequeña isla en un bote de los organizadores. Llegó al recinto del campamento en una camioneta plateada, provisto de una pistola y de un rifle, según Simon Braenden Mortensen, un vigilante del lugar, y se identificó como policía. Alegó que había llegado para comprobar la seguridad tras las explosiones en la capital.

Poco después, empezó a disparar indiscriminadamente, en primer lugar, contra un grupo de jóvenes que estaba siendo informado, precisamente, del atentado ocurrido en la capital. Medios noruegos informan que, tras irrumpir el agresor y abrir fuego, se desató el pánico y decenas de jóvenes concentrados, algunos heridos, trataron de huir nadando. Según testigos presenciales, varios lograron ponerse a salvo en botes que navegaban por el fiordo. Se buscan posibles víctimas en el agua.

Horas después del tiroteo, la policía noruega halló explosivos sin detonar en la isla.

Miedo a nuevos ataques

Poco después de la explosión, la Policía acordonó cinco manzanas alrededor del lugar de la explosión, mientras se evacuaban las dependencias gubernamentales de la zona por miedo a nuevas explosiones.

Durante la pasada tarde, se registraron las inmediaciones del lugar en busca de otros posibles artefactos. Tras el tiroteo, el Ejército tomó posiciones en el centro de Oslo y la Policía ha pedido a la población que abandonara el centro de la capital.

La Policía ha lanzado un llamamiento a la población, pidiendo que eviten los lugares con grandes congregaciones de gente y acudir al centro de Oslo. El ministro de Justicia ha instado a la población a que se permanezca en sus casas y no use ni teléfonos móviles ni conexiones de red.

Este es el primer atentado terrorista en la historia del país escandinavo, conocido por actuaciones en favor de la paz, que no sufría un ataque tan grave desde la Segunda Guerra Mundial.

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