El último análisis de Eurocontrol, de mayo, señala a Barajas como el aeropuerto europeo con mayores demoras. El comunicado, cuyo título reza "Grandes retrasos en Madrid", apunta que los retrasos en dos puntos concretos de la ruta de Torrejón de Ardoz "llega a 80 minutos". Según Eurocontrol, "por las noches la plantilla en Madrid ha sido reducida desde el 1 de julio" y solo operan "tres sectores en ruta".
AENA, el aún ente público que gestiona los aeropuertos en España, defiende que la capacidad nocturna se adapta a la caída del tráfico en esas horas, debido también a las restricciones medioambientales por ruido. El cambio de horario que introdujo AENA en el centro de Torrejón supone acortar una hora el turno de noche y se amplían los turnos de mañana y tarde entre 30 y 90 minutos.
Además, el ente achaca el 50% de los retrasos a las compañías aéreas, el 25% a problemas de navegación (es decir, de capacidad) y el resto al mal tiempo y otras incidencias.
El ente gestor y compañías aéreas llevan meses culpándose mutuamente de los retrasos en los aeropuertos, en los que también han influido los problemas meteorológicos. Ayer, Eurocontrol informaba hacia las 19.30 de retrasos superiores a 30 minutos en Madrid y algunas restricciones por capacidad.
AENA defiende que la tasa de puntualidad de este mes de julio en el conjunto de los aeropuertos (datos actualizados hasta el pasado día 24) se sitúa en el 67% de los vuelos, ocho puntos por encima de hace justo un año.
Los retrasos se han agravado en los últimos meses pese a que, al menos sobre el papel, el conflicto laboral con los controladores aéreos culminó con un laudo arbitral independiente. Fuentes de AENA señalaron ayer que estos trabajadores están "cumpliendo correctamente" su labor y no llevan a cabo ningún tipo de "huelga de celo", si bien también apuntan que se han producido algunos problemas cuando ha habido una ausencia puntual de controladores por diversos motivos y otros profesionales han rechazado hacer las horas extras de carácter voluntario para sustituirles. Fuentes de USCA, el sindicato de controladores aéreos, recalcan que el sector está cumpliendo con el laudo y que el cúmulo de retrasos se debe a un problema de capacidad en esta época alta de tráfico aéreo.
El sector tiene otros conflictos latentes -y no tan latentes- abiertos, como el de Iberia con sus pilotos por la negociación de su octavo convenio colectivo. La compañía y el sindicato Sepla acabaron su última reunión la semana pasada sin avances y los representantes de los pilotos azuzaron el fantasma de la huelga al acusar a la aerolínea de "encaminarles" a un paro por el bloqueo de las conversaciones.
La fórmula que utilizará Iberia para operar las rutas de corto y medio radio es uno de los conflictos latentes de esta negociación. La compañía quería en un principio crear una filial de bajo coste -lo que el Sepla rechaza- pero también se plantea potenciar la alianza con su participada Vueling, con la que conecta vuelos de corta y media distancia.
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