El primer estudio elaborado por el Observatorio de Vulnerabilidad de Cruz Roja de Cataluña sobre el impacto de la crisis en las familias catalanas ha arrojado unos resultados demoledores, y el mismo coordinador de la entidad, Enric Molist, ha reconocido que "estamos muy preocupados" y estudian reorientar su acción y aplicar en Cataluña los estándares de ayuda humanitaria que hasta ahora sólo aplicaban en los países pobres.
Según el estudio, la "pobreza extrema" se extiende en Cataluña de forma "desbordante" a familias que hasta ahora vivían con normalidad y los recortes de las becas de comedor, por poner un ejemplo, ponen en riesgo la alimentación equilibrada de las familias con hijos, ya que según los datos recabados uno de cada tres niños de las familias atendidas no come carne, pollo o pescado al menos una vez al día.
De hecho, Marqués ha pedido a las consellerias de Bienestar y Familia y de Enseñanza que mantengan las becas comedor y las incrementen porque de ello depende que muchos menores de 12 años puedan tener una alimentación saludable que evite que tengan problemas más adelante.
El estudio determina que un 38% de las familias atendidas no se puede permitir una comida de carne cada dos días, y también constata un aumento este curso pasado de familias que no pudieron costear el comedor escolar y lo tuvieron que abandonar. Un 27% de los encuestados no puede pagar ninguna actividad extraescolar y un 65% no puede permitirse ninguna actividad de ocio con sus hijos. Además, un 48% no puede hacer celebraciones de aniversario o fiestas para sus hijos, un 31% de los hijos de estas familias no tiene libros adecuados a su edad, un 55% no estrena nunca ropa y un 30% no puede permitirse comprar un calzado deportivo para que los niños hagan actividades físicas.
"Son perfiles de familias que hasta el año 2009 vivían con normalidad porque tenían trabajo", han explicado Anna Sabaté y Pilar Millán, autoras del estudio, que revela que el 40% de las familias que necesitaron ayuda social son de nacionalidad española.
El estudio "El impacto de la crisis en la infancia y las familias", que se ha elaborado con entrevistas en profundidad a 409 de las 9.483 personas que participaron en el 2010 en el programa de pobreza y exclusión social de la Cruz Roja de Cataluña, revela que un 40% de ellas no había solicitado nunca una ayuda social. El coordinador de Cruz Roja de Cataluña, Enric Morist, ha cifrado en un 30% el aumento de peticiones de ayuda humanitaria con respecto al año pasado y ha advertido que son insuficientes los 9 millones de kilos de alimentos que este año repartirán a más de 140.000 personas que viven en Cataluña, además de los 40.000 "kits" de ayuda humanitaria, que también incluye material de higiene básica.
Cruz Roja ya piensan en habilitar nuevos almacenes logísticos, como el que han estrenado en La Pobla de Claramunt (Barcelona), que puedan contener y guardar alimentos frescos.
El estudio revela que los menores son los que salen más perjudicados de la crisis económica y que sobre todo se ve afectada su salud alimentaria.
Los ingresos medios de las familias encuestadas era de 550 euros al mes, de los que 500 los han de destinar de forma "fija e implacable" a pagar alquiler o hipoteca, luz y agua, por lo que les quedan 50 euros al mes para alimentación, educación e higiene.
Un 10% de las familias que piden ayuda han sido desahuciadas en los dos últimos años, un 70% viven de alquiler, uno de cada dos niños ha de compartir su habitación con un adulto, y un 42% manifiesta que no puede mantener su casa a una temperatura adecuada por falta de dinero
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