Managua, 6 jun (PL) El enfado de los nicaragüenses continúa hoy creciendo contra la transnacional española Gas Natural por los continuos y con frecuencia prolongados cortes de electricidad que afectan a la población capitalina y de otras localidades del país.
La empresa española, con sede en Barcelona, es la encargada de la distribución a los usuarios de la energía eléctrica generada en Nicaragua, y desde hace casi dos semanas, con las primeras lluvias de la temporada invernal, se suceden los apagones, sin que hasta el momento se vislumbre una solución.
Decenas de pobladores del distrito II de Managua salieron a las calles este domingo a protestar por carecer de energía eléctrica durante casi todo el fin de semana
El sábado en la norteña Jinotega ocurrió algo similar por apagones en varios barrios de esa urbe, que afectaron el hospital local, donde fue necesario emplear 300 galones de combustibles para mantener en funcionamiento los equipos médicos del centro asistencial.
Importantes afectaciones han reportado también los directivos del capitalino hospital "La Mascota", el principal del país especializado en niños, por la imposibilidad de utilizar durante los cortes de electricidad muchos equipos, en especial los de ventilación artificial.
Este centro asistencial -al igual que otros- dispone de plantas de diesel para la generación eléctrica en caso de emergencias, pero ellas solas no son suficientes para garantizar su funcionamiento a plenitud.
Ernesto Martínez Tiffer, presidente de la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL), encargada de la generación de energía, responsabilizó hace varios días a Gas Natural por los constantes cortes del fluido eléctrico en numerosos lugares del país.
El funcionario culpó a la transnacional europea de no cumplir con los mantenimientos a la red de transmisión y de no hacer las inversiones necesarias para modernizarla.
Recordó que por primera vez en su historia, en Nicaragua se genera una cantidad de energía eléctrica superior a la demanda, gracias al esfuerzo desarrolado por el gobierno desde 2007, pero Gas Natural no cumple con su función de llevarla hasta los usuarios.
Gas Natural, que opera en Nicaragua a través de su filial Disnorte-Dissur, es con frecuencia blanco de protestas por acusaciones de cobros excesivos e injustificados incluidos en las facturas que presenta a la población.
La distribución de electricidad a los usuarios fue entregada en el año 2000, durante el gobierno neoliberal del presidente Arnoldo Alemán, a la española Unión Fenosa, pero esta fue absorbida en 2010 por la también hispana Gas Natural, que asumió así todos los negocios de la primera en Nicaragua y en otros países latinoamericanos.
La empresa española, con sede en Barcelona, es la encargada de la distribución a los usuarios de la energía eléctrica generada en Nicaragua, y desde hace casi dos semanas, con las primeras lluvias de la temporada invernal, se suceden los apagones, sin que hasta el momento se vislumbre una solución.
Decenas de pobladores del distrito II de Managua salieron a las calles este domingo a protestar por carecer de energía eléctrica durante casi todo el fin de semana
El sábado en la norteña Jinotega ocurrió algo similar por apagones en varios barrios de esa urbe, que afectaron el hospital local, donde fue necesario emplear 300 galones de combustibles para mantener en funcionamiento los equipos médicos del centro asistencial.
Importantes afectaciones han reportado también los directivos del capitalino hospital "La Mascota", el principal del país especializado en niños, por la imposibilidad de utilizar durante los cortes de electricidad muchos equipos, en especial los de ventilación artificial.
Este centro asistencial -al igual que otros- dispone de plantas de diesel para la generación eléctrica en caso de emergencias, pero ellas solas no son suficientes para garantizar su funcionamiento a plenitud.
Ernesto Martínez Tiffer, presidente de la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL), encargada de la generación de energía, responsabilizó hace varios días a Gas Natural por los constantes cortes del fluido eléctrico en numerosos lugares del país.
El funcionario culpó a la transnacional europea de no cumplir con los mantenimientos a la red de transmisión y de no hacer las inversiones necesarias para modernizarla.
Recordó que por primera vez en su historia, en Nicaragua se genera una cantidad de energía eléctrica superior a la demanda, gracias al esfuerzo desarrolado por el gobierno desde 2007, pero Gas Natural no cumple con su función de llevarla hasta los usuarios.
Gas Natural, que opera en Nicaragua a través de su filial Disnorte-Dissur, es con frecuencia blanco de protestas por acusaciones de cobros excesivos e injustificados incluidos en las facturas que presenta a la población.
La distribución de electricidad a los usuarios fue entregada en el año 2000, durante el gobierno neoliberal del presidente Arnoldo Alemán, a la española Unión Fenosa, pero esta fue absorbida en 2010 por la también hispana Gas Natural, que asumió así todos los negocios de la primera en Nicaragua y en otros países latinoamericanos.
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