El antiguo patrón del FMI, Dominique Strass-Kahn, esperará su juicio por agresión sexual e intento de violación bajo arresto domiciliario. El juez ha decidido que salga de prisión bajo fianza, poco después de que el Gran Jurado haya encontrado "fundamento" para procesar al político francés. Strass-Kahn está acusado formalmente de siete cargos.
DSK deberá abonar en efectivo un millón de dólares de fianza, tal y como había propuesto la defensa, pero también entregar un aval de cinco millones. El francés permanecerá en la cárcel la noche de este jueves hasta que se resuelva todo el papeleo. Se estima que saldrá de prisión el viernes.
El político francés vivirá en un apartamento alquilado por su esposa, Anne Sinclair, en Nueva York con cámaras de vigilancia. El juez ha fijado además medidas adicionales para evitar su huida, como el control electrónico y físico (un guarda de seguridad privada armado y pagado por el propio DSK deberá vigilarlo las 24 horas del día).
DSK, en prisión. | Daily News
La Fiscalía se negó durante la vista a que se le concediese la libertad bajo fianza advirtiendo del riesgo de fuga (Francia no tiene acuerdos de extradición para sus ciudadanos) y anunció que el proceso contra DSK ya se había iniciado, tras la decisión de un gran jurado.
El jurado popular, integrado por 23 personas, se pronunció a favor del auto de procesamiento tras escuchar a la víctima guineana de 32 años, empleada del hotel Sofitel de Nueva York, y tras analizar las pruebas presentadas contra el político francés por el fiscal.
El objetivo del Gran Jurado no es determinar la culpabilidad e inocencia de alguien, sino escuchar a las partes y decidir si procede seguir adelante con la maquinaria judicial. La decisión no tiene que ser unánime y basta con que la mayoría se pronuncie a favor.
El procesamiento de DSK allana en principio el camino a la justicia, pero no interfiere la decisión de conceder o no la libertad bajo fianza al acusado. El juez Michalel J.Obus, del Tribunal Supremo de Manhatttan, preside la sesión de hoy en la que los abogados reclaman la puesta en libertad del político francés tras depositar una fianza de un millón de dólares, acceder a llevar un brazalete electrónico y permanecer confinado las 24 horas del día en domicilio de Nueva York (presuntamente, el de su hija Camille Strauss-Kahn).
Tanto su hija como su esposa, Anne Sinclair, ha decidido arropar este jueves a DSK en su segunda comparecencia en los tribunales neoyorquinos. Visiblemente demacrado, aunque con mejor aspecto que lunes pasado tras pernoctar en la cárcel de Rikers Island, Strauss-Kahn escuchó los argumentos de sus propios abogados, horas después de su carta de dimisión como director del Fondo Monetari Internacional donde proclamaba: "Niego firmemente todas las acusaciones".
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