A pesar de la apacible imagen que transmite el planeta más llamativo del Sistema Solar, la realidad es que una vez al año en su interior se produce algo parecido a una 'revolución'. Al estrenarse la primavera en el hemisferio norte, algo se revuelve en las nubes desembocando en una importante tormenta.
No es la primera vez que se detectan estas gigantescas tormentas. De hecho, el primer registro de este fenómeno se remonta a 1876. En los últimos 200 años se han emitido unas dos docenas de informes en los que se habla de manchas en la superficie de Saturno.
Leigh Fletcher, autor del estudio publicado en la revista 'Science', explica el origen de esta nueva mancha, al señalar que "la tormenta ha generado la gigantesca, violenta y compleja erupción de material, que se ha propagado rodeando el planeta entero". Es decir, que lo que al principio era una pequeña mancha blanca, ahora es una enorme mancha, resultado de una tormenta ocurrida en el gigantesco planeta.
Tormentas ancestrales
Este fenómeno fue observado por la nave espacial de la NASA 'Cassini' y por astrónomos aficionados. Gracias a la cámara de infrarrojos instalada en un telescopio del Observatorio Europeo Austral y, a los datos aportados por el espectrómetro, los científicos van a poder analizar la impresionante tormenta en profundidad.
Fletcher afirma que "tras observar la luz térmica a través de los infrarrojos, hemos descubierto regiones de la atmósfera hasta ahora ocultas. Podremos medir los cambios sustanciales en las temperaturas y los vientos causados por este suceso".
El origen de la tormenta se encuentra en el interior de las nubes de agua. Fue allí donde una masa de gas se fue haciendo camino hasta traspasar la habitualmente pacífica atmósfera 'saturniana'.
Temperaturas cambiantes
En cuanto a las eventuales consecuencias, según Glenn Orton, miembro del equipo de investigación, los últimos datos indican que la tempestad ha tenido un efecto más que considerable en la atmósfera del planeta. "Transportó material y energía, llegando a atravesar largas distancias, y alteró los vientos atmosféricos. Ha trastocado la evolución de las estaciones en Saturno".
Estos fuertes cambios de temperatura ya han sido bautizados y se conocen como 'faros estratosféricos'. Es uno de los hallazgos efectuados tras la instalación de la novedosa cámara. La temperatura normal de la estratosfera de este icónico planeta en primavera ronda los 130 grados centígrados bajo cero. Sin embargo, los registros indican que la temperatura de estos faros es entre 15 y 20 grados más caliente.
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