"Guayabera para Museo". El presidente de Ecuador, Rafael Correa, donó una de sus camisas al museo de la guayabera en Cuba, que ya cuenta con más de un centenar de piezas, entre ellas las entregadas por Fidel y Raúl Castro, informaron medios locales. La prenda, blanca y de mangas largas, exhibe al frente y en los puños detalles bordados de las comunidades indígenas de su país y fue entregada al museo, enclavado en la central ciudad de Sancti Spíritus -350km al este de La Habana- por el embajador Edgar Ponce. "Este tipo de camisa comienza a usarla Correa desde el inicio de su gobierno, lo cual habla del nuevo tipo de mandatario que está surgiendo en América Latina: gobernantes comprometidos e identificados con su pueblo", dijo Ponce citado por la Agencia de Información Nacional (AIN). El museo guarda además prendas donadas por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el escritor colombiano Gabriel García Márquez y la famosa bailarina cubana, Alicia Alonso. La guayabera, una camisa de mangas cortas o largas, cuatro bolsillos e hileras de alforzas al frente y en la espalda, es la prenda nacional de Cuba, muy difundida y usada en América Latina, sobre todo de color blanco y tejidos frescos, que la hace apropiada para el clima tropical. Cuba la instituyó como prenda oficial para ceremonias oficiales o de Estado en octubre de 2010, por constituir "una de las más auténticas y legítimas expresiones de cubanía" y por "combinar elegancia y comodidad para un clima tropical como el nuestro". En su reciente visita de tres días a Cuba, el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, vistió todo el tiempo guayaberas blancas de mangas largas.
"Estudiando los anillos de saturno". Del mismo modo que los científicos forenses examinan las huellas dactilares en la escena de un crimen para identificar al asesino, los astrónomos que trabajan con datos de las misiones New Horizons, Cassini y Galileo de la NASA pueden encontrar indicios de colisiones de fragmentos de cometas con los anillos de Saturno y Júpiter. En la segunda mitad de 1983, un cometa golpeó los anillos de Saturno. Casi una década más tarde, otro cometa llamado Shoemaker-Levy colisionó con Júpiter. Estos eventos inclinaron y dejaron patrones de olas residuales en los anillos de ambos planetas, según revelan un par de estudios publicados hoy en la revista Science, que sugieren que los anillos de un planeta pueden actuar como un registro histórico de cada cometa que pasa. Estudiar los sutiles patrones en espiral que estos cuerpos celestes dejan en su camino permite a los científicos reproducir la historia de impactos incluso tres décadas después de que ocurrieran. "Ahora sabemos que los anillos de los planetas graban estos impactos como los surcos en un disco de vinilo, y que podemos reproducir la 'música' de su historia previa", sugiere Mark Showalter, investigador del Instituto SETi y coautor del estudio. Los hallazgos podrían proporcionar también una nueva manera de estudiar las poblaciones de cometas en el sistema solar exterior, dado que observando cambios en los anillos planetarios, los científicos podrían descubrir con qué frecuencia los cometas y otros pequeños objetos se topan con planetas y, de este modo, determinar cuántos de estos pequeños objetos existen en el sistema solar exterior.
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