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martes, 26 de abril de 2011

La araña que tejía 'oro' para sus capturas en el Jurásico


Un equipo de investigación de la Universidad de Kansas y de la Capital Normal University (Pekín) ha presentado a la comunidad científica el fósil más grande conocido de una araña. Se trata de un ejemplar del género 'Nephilidae', también llamado el tejedor de 'seda oro', que vivió en el Jurásico, compartiendo su entorno con los dinosaurios, hace 165 millones de años.

La 'Nephila jurassica', como ha sido bautizada, pertenece a uno de los géneros animales con un origen más primitivo y se considera el ejemplo de araña tejedora más grande que existe en la actualidad, con un cuerpo que tiene hasta cinco centímetros de largo y unas patas que llegan a alcanzar los 15 centímetros. Las hembras son mucho mayores que los machos y su presencia es común en las regiones tropicales y subtropicales del planeta.

El fósil, en una roca, fue encontrado en el yacimiento de Daohugou, en el interior de Mongolia (China), un lugar que en el Jurásico medio debía ser muy cálido y húmedo.

Los arácnidos de este grupo tejen su seda dorada para atrapar una gran variedad de insectos de tamaño grande a mediano, e incluso en algunas ocasiones algunos pájaros. Es frecuente que la hembra reconstruya la mitad de su tela cada mañana. Comienza tejiendo los elementos radiales y después los circulares. Cuando termina, regresa para completar los agujeros.

Normalmente, las 'Nephila' elabora sus espirales pegajosos junto a otros que no lo son. Esto crea el efecto de un 'papel manuscrito' cuando le da el sol, porque los primeros reflejan la luz, pero no los segundos. Otra peculiaridad es que los ejemplares jóvenes se distinguen porque vibran cuando son acechados por un depredador.

El fósil rescatado en Mongolia pone en evidencia que las tejedoras de 'seda de oro' ya existían en el Jurásico, cuando también capturaban a grandes insectos, jugando un papel importante en la selección natural de los que hoy existen. Su cuerpo tenia 2,5 centímetros de longitud y sus patas más largas alcanzaban los 15 centímetros totalmente estiradas.

La investigación fue publicada en 'Biology Letters' por el biólogo de la Universidad de Kansas Pul A. Selden y sus colegas ChungKun Shih y Dong Ren.

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