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sábado, 23 de abril de 2011

Francia reconoce los toros como bien de interés cultural


En España marcan la diferencia territorial. En Francia, son símbolo de una identidad común. Si aquí dividen, allí unen. En casa, sus seguidores son proscritos. Al otro lado de la frontera, intelectuales que saben apreciar la cultura. Aunque vecinos, Francia y España tienen dos formas muy distintas de vivir una cultura taurina común. Mientras Cataluña los prohíbe, a escasos kilómetros los toros acaban de ser nombrados patrimonio cultural del país.

Como su afamado queso y sus vinos, la tauromaquia ya forma parte del patrimonio inmaterial francés. La noticia la comunicó el Ministerio de Cultura galo aprovechando que miles de seguidores taurinos se dan cita en la Feria de Arles, al sur del país.

"Esta medida constituye el reconocimiento por la instancia competente de la dimensión cultural de la tauromaquia tal y como se practica y como la viven los profesionales y amateurs que componen el mundo taurino", indica el texto de inscripción.

Francia se convierte así en el primer país taurino del mundo en dar este paso. Según el documento aprobado por el Ministerio galo, la medida tiene como objetivo "salvaguardar la cultura taurina de Francia y afirmar el aspecto cultural de esta tradición en doce departamentos de Francia".

"Supone el reconocimiento por la instancia competente de la dimensión cultural de la tauromaquia"

Las corridas de toros tienen una importante presencia en cuatro regiones del sur (Aquitania, Medios Pirineos, Languedoc-Roussillon y Provenza). Cada año, medio centenar de ciudades celebran espectáculos taurinos y en ciudades turísticas como Arles o Nîmes estos san isidros a la francesa atraen a miles de turistas y aficionados a los toros de todo el mundo.

"La corrida es en gran parte depositaria de la riqueza y de la diversidad del patrimonio taurino francés y, más allá de eso, es constitutiva de una unidad de identidad territorial del sudoeste y sudeste, a pesar de las especificidades locales de este evento en cada zona", indica el texto.

Este reconocimiento de palabra, fruto de la campaña orquestada por el Observatorio galo de las Culturas Taurinas, podrá además ir acompañado de otras medidas como la aprobación de subvenciones o campañas de promoción.

El observatorio francés de la tauromaquia indica que la corrida está fundada en "la puesta en valor del instinto ofensivo del toro y en el respeto a este animal, educado en libertad en las vastas superficies que constituyen, en Francia, ecosistemas determinantes para la preservación de la fauna y la flora salvaje que viven en estos territorios".

Toros en Francia desde el siglo XIX

Las corridas se introdujeron en Francia a partir del siglo XIX y permanecen vigentes en cuatro regiones del sur: Aquitania, Medios Pirineos, el Languedoc-Roussillon y en Provenza Alpes Costa Azul, en donde cada año se celebran festejos en 47 ciudades.

Esas regiones se benefician de una derogación legislativa al artículo del código penal que castiga todo acto de crueldad contra un animal, domesticado o en cautividad, que exceptúa las corridas de toros cuando "una tradición local ininterrumpida puede demostrarse".

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