Las represalias de Estados Unidos contra Ecuador comenzaron hoy al declarar persona non grata al embajador de este país en Washington, Luis Gallegos, en respuesta a la decisión adoptada contra la representante diplomática norteamericana Heather Hodges.
El gobierno ecuatoriano declaró a Hodges como persona no grata y pidió su salida del país "en el menor tiempo posible", por no dar explicaciones sobre unos cables diplomáticos -filtrados por el sitio virtual Wikileaks- en los que acusaba al presidente Rafael Correa.
En esos reportes, cuya autoría Hodges no negó y rechazó dar explicaciones, se acusaba a Correa de designar como comandante de la Policía al general Jaime Hurtado, pese a conocer que era corrupto y con propósitos de facilitar su manipulación.
Antes de conocerse la noticia sobre las medidas de Washington, Correa advirtió, en declaraciones este jueves a una emisora radial, que Ecuador buscará la solidaridad regional en caso de que el gobierno estadounidense tome represalias por la salida de Hodges.
El mandatario ecuatoriano confirmó que advirtió a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) por las posibles reacciones de Washington ante la decisión de Quito.
"Sí, sabemos que podría reaccionar Estados Unidos. Hemos tratado de limitar el problema diplomático que no lo hemos creado nosotros", señaló el gobernante y acusó a Hodges de actuar con deslealtad, pues según los cables tenía infiltrados en la Policía y las Fuerzas Armadas.
Al detectar supuestos casos de corrupción, señaló Correa, no informó al Gobierno Nacional, sino a Washington, involucrando al presidente ecuatoriano.
"Quién va a tolerar algo así. No sabemos la reacción de Estados Unidos, recalcó Correa, pero en caso de ser necesario buscaremos la solidaridad regional porque ya América Latina dejó de ser patio trasero y no es colonia de nadie", enfatizó.
Según medios de prensa oficiales de Estados Unidos, entre las medidas de represalia se informó que conversaciones de alto nivel entre Estados Unidos y Ecuador, programadas para junio de 2011, fueron canceladas por el Departamento de Estado.
El gobierno ecuatoriano declaró a Hodges como persona no grata y pidió su salida del país "en el menor tiempo posible", por no dar explicaciones sobre unos cables diplomáticos -filtrados por el sitio virtual Wikileaks- en los que acusaba al presidente Rafael Correa.
En esos reportes, cuya autoría Hodges no negó y rechazó dar explicaciones, se acusaba a Correa de designar como comandante de la Policía al general Jaime Hurtado, pese a conocer que era corrupto y con propósitos de facilitar su manipulación.
Antes de conocerse la noticia sobre las medidas de Washington, Correa advirtió, en declaraciones este jueves a una emisora radial, que Ecuador buscará la solidaridad regional en caso de que el gobierno estadounidense tome represalias por la salida de Hodges.
El mandatario ecuatoriano confirmó que advirtió a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) por las posibles reacciones de Washington ante la decisión de Quito.
"Sí, sabemos que podría reaccionar Estados Unidos. Hemos tratado de limitar el problema diplomático que no lo hemos creado nosotros", señaló el gobernante y acusó a Hodges de actuar con deslealtad, pues según los cables tenía infiltrados en la Policía y las Fuerzas Armadas.
Al detectar supuestos casos de corrupción, señaló Correa, no informó al Gobierno Nacional, sino a Washington, involucrando al presidente ecuatoriano.
"Quién va a tolerar algo así. No sabemos la reacción de Estados Unidos, recalcó Correa, pero en caso de ser necesario buscaremos la solidaridad regional porque ya América Latina dejó de ser patio trasero y no es colonia de nadie", enfatizó.
Según medios de prensa oficiales de Estados Unidos, entre las medidas de represalia se informó que conversaciones de alto nivel entre Estados Unidos y Ecuador, programadas para junio de 2011, fueron canceladas por el Departamento de Estado.
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