El hogar familiar que el matrimonio formado por Manuel Mora y Paqui López compartían con sus dos hijos pequeños hasta hace tres meses se sostiene en pie sin que se sepa muy bien por qué. De hecho, es bastante sorprendente que este hogar cuesta abajo no haya acabado ya engullido por el río Guadajoz.
Tal como se inclinó hacia abajo la casa se les empinó la existencia cuesta arriba. Esta familia cordobesa ha pasado por una situación desesperada, separados durante los últimos tres meses, hasta que el Ayuntamiento de la ciudad les ha facilitado una ayuda para pagar un alquiler en el que se han reencontrado.
La vivienda, radicada en la parcelación Atalayuela de Torres Cabrera, en Córdoba, se inclinó peligrosamente 45 grados el pasado mes de diciembre, cuando las lluvias del puente de la Inmaculada desmadraron el afluente del Guadalquivir, que inundó la parcela de 14.000 metros cuadrados en que esta familia había levantado su hogar y tres naves con el ganado del que vivían hasta entonces.
Para evitar robos
Se habían mudado a la parcela en 2003 para estar cerca de la granja de la que vivían y evitar la oleada de robos que venían padeciendo. Vendieron un piso en la barriada del Campo de la Verdad y con el dinero edificaron la casa y tres naves para guardar los aperos del campo y cobijar a los animales.
La casa se levanta en suelo catalogado como "inundable". Algo de lo que la familia era consciente cuando la construyó, aunque jamás pensó que el agua pudiera llegar hasta ella porque en la misma zona "hay más casas". Las lluvias de febrero de 2010 les dieron el primer aviso destruyendo dos de las tres naves. Fue un aviso.
El 6 de diciembre, sin embargo, el río pasó a recoger sus escrituras de propiedad sin previo aviso. La riada inundó ahora sí la vivienda arrastrando todo a su paso, aunque la cimentación consiguió aguantar.
Tan sólo les dio tiempo a recoger algo de ropa y nada más. Paqui y su hija de 14 años se trasladaron a vivir a casa de la abuela en la barriada periférica de Alcolea; su hijo de 23 años se fue a casa de una amiga y su marido encontró acomodo con uno de los dos hijos ya emancipados. Tres meses ha durado esta situación: "Lo hemos pasado fatal, porque nada más que nos veíamos los fines de semana".
El río se tragó la tierra
Paqui no sabe cómo es posible que la única nave que les quedó tras las riadas de febrero de 2010 haya soportado un invierno pasado igualmente por agua. "No sé cómo no la ha arrancado de cuajo", dice. La mujer asegura que el cauce del río ahora es diferente al que llevaba antes de su desbordamiento, hasta el punto de que ha dejado a esta familia con 3.000 de los 14.000 metros cuadrados de los que constaba su parcela.
La compañía de seguros, aunque se ha resistido, ha terminando declarando la vivienda "siniestro total". Tras cobrar el dinero, la familia de Manuel Mora pretende comprar una casa en la capital cordobesa, esta vez legal.
Mientras tanto, han encontrado ya un piso nuevo a estrenar con muebles incluido en la zona de Levante de la capital cordobesa. En él permanecerán el tiempo necesario en régimen de alquiler. La renta de los dos primeros meses se los abonará Vimcorsa.
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