Científicos chilenos trabajan en el desarrollo de la primera vacuna contra el alcoholismo, basada en una mutación genética presente en el 20% de la población asiática que de forma natural sufre consecuencias tan severas al consumir alcohol que esto inhibe su adicción, explicó el médico jefe del proyecto.
Esas poblaciones carecen de un gen que produce la enzima 'aldehído deshidrogenasa', que metaboliza el alcohol en el organismo. Sin esa enzima, al beber "se produce una reacción tan fuerte que la gente no prueba el alcohol", explicó el médico de la Universidad de Chile, Juan Asenjo, jefe de los investigadores, a radio Cooperativa. La vacuna por tanto incrementaría los mareos, la sensación de náusea y la vasodilatación en los adictos. "Con la vacuna, las ganas de tomar van a ser muy pocas por las reacciones que va a tener", dijo el médico.
El principio ya fue probado con éxito en ratas alcohólicas, en las que disminuyó el consumo de alcohol en 50%. "La idea es que en los seres humanos disminuya el consumo de alcohol entre un 90 y un 95%", agregó.
La vacuna consiste en inducir la mutación en las células del hígado, a través de un virus que transmite esa información genética.
Actúa bajo el mismo principio sobre el cual están elaborados los parches y pastillas que hoy se utilizan para controlar la adicción al alcohol, pero su eficiencia sería mayor porque, a diferencia de las fórmulas anteriores, no depende de la voluntad inmediata del paciente y tiene menos efectos colaterales.
"La vacuna es específica para las células del hígado. Los pelets (parches) afectan a todas las células y tienen muchos efectos colaterales", explicó Asenjo.
Tras demostrar su principio activo, los científicos trabajan ahora en hacer crecer las células que se necesitan para producir el virus en reactores y en grandes cantidades. Luego viene la fase de optimizar la producción, purificar el virus y la aprobación por parte los distintos comités de ética e institutos de salud pública.
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